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Opinión

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El rumbo del país

Es necesario que la sociedad se decida a actuar en grupo y de manera coordinada con la autoridad; jalar cada quien para su lado no nos llevará a nada concreto.

Fue publicada una nota relatando los resultados de una encuesta, a propósito del proceso electoral que se aproxima. ?Sin meternos en lo que no nos atañe, simplemente mencionamos dos preguntas que llamaron mucho la atención de esta Atalaya; una es referida al grado de aprobación de la gestión presidencial, cuya respuesta indica que 58% de los entrevistados desaprueba la gestión del presidente. Están en todo su derecho y lo dejamos sin comentario, pero luego viene una pregunta que invita a que el entrevistado diga si está de acuerdo o no con el rumbo que lleva el país, de la cual 70% opina que va por el rumbo equivocado. Aquí simplemente comentamos que al parecer un enorme porcentaje de ese 70% que siente que vamos por el rumbo equivocado no conoce la situación en que se encuentra el resto del mundo.

Cómo están los mercados, empezando por los financieros, siguiendo con el del petróleo y luego con el de productos alimenticios mundiales, como el maíz, trigo, soya, y demás.

Posiblemente muchos de estos inconformes piensan que un deber del presidente y su administración sería reducir el precio de la gasolina, como dicen algunos candidatos y militantes grillos de algunos partidos, o como dicen otros, dar marcha atrás a la reforma fiscal. Pues sí, sería relativamente simple hacerlo y está en su ámbito de acción el poder hacerlo, lo que sucede es que en tanto no se encuentre cómo compensar la pérdida de recursos captados pues no hay forma de hacerlo sin que se abran otros problemas, quizá mayores, que nos llevarán a replicar las condiciones que vivimos en las numerosas crisis que hemos sufrido en el pasado, que al parecer ya no recordamos ni sus causas, ni sus efectos. ?La causa principal fue una idea populista de elevar el gasto sin hacer lo propio con los ingresos y el resultado fue inflación con devaluación y desempleo, que simple y sencillamente aumentaron el número de pobres más que cualquier otro evento.

Posiblemente sea el aspecto social y de inseguridad en lo que la gente está en desacuerdo, aunque debemos mencionar que actuar en estas áreas no sólo requiere de la labor del gobierno, sino de la participación de todos los grupos sociales y aquí, desafortunadamente, lo único que hemos visto en meses recientes es que la sociedad simple y sencillamente ha decidido salir a la calle a protestar, causar desmanes y desaprobar cualquier cosa que se sugiera o proponga. ?En materia de seguridad, en tanto no se concrete la iniciativa del mando policial único, combatir la criminalidad sin generar un problema paralelo de seguridad va a ser cuesta arriba, ya que es bien sabido cómo diverso cuerpos de policía han sido capturados por los criminales, lo que ha permitido no sólo garantizar su trabajo, sino abrir áreas de oportunidad para empezar a trabajar en prácticamente todas las áreas, desde el trasiego de drogas hasta la extorsión, el secuestro y el robo.

Sin duda necesitamos corregir el rumbo en el país, pero tomando las cosas externas como un hecho y no como algo que se pueda ignorar, porque los resultados serían nefastos. ?También es necesario que la sociedad se decida a actuar en grupo y de manera coordinada con la autoridad; jalar cada quien para su lado no nos llevará a nada concreto y sí nos puede meter en varios riesgos adicionales, como un rompimiento social de mayores magnitudes.

mrodarte@eleconomista.com.mx

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