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Opinión

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Covid-19: el peligro de los confiados

“El verdadero peligro del coronavirus no es el pánico sino la autocomplacencia”, citó un reciente titular del New York Times. Así lo explica Ido Erev, presidente de la Asociación Europea para la Toma de Decisiones. El académico revela que, frente a situaciones de alto riesgo, la mayoría de las personas responde con exageración al principio. Por eso hay compras de pánico. Por eso hay gente con las manos disminuidas y despintadas de tanto habérselas lavado, se burla un meme.

Sin embargo, también se ha experimentado que, en no mucho tiempo, la mayoría supone que nada le sucederá, desestima el peligro, se relaja y deja de tomar las precauciones adecuadas (Cfr. NYT, Benedict Carey, 24.III.20).

Con referencia al coronavirus, Datenbank acaba de entrevistar a 2,000 mexicanos en todo el país. Entre distintos temas, preguntaron a los mexicanos si consideran necesario permanecer en cuarentena o confinados los próximos días: 86 de cada 100 respondieron que sí. ¡Qué bueno, porque estamos en una situación de alto riesgo! ¡Menos mal!

Sin embargo, por la misma consulta sabemos que sólo 73 de cada 100 han iniciado el aislamiento. En otras palabras, hay un buen porcentaje que pone en práctica el conocido “señor, hágase tu voluntad, pero en las mulas de mi compadre”. Lo cual concuerda tanto con las declaraciones de la Secretaría de Salud respecto a la afluencia de personas en la vía pública como con lo atestiguado en las calles.

Ido Erev también explica que, con el tiempo, entre 10 y 30% de las personas sigue magnificando el riesgo, son los que mantienen saturada su despensa, a diferencia del resto que desestima el peligro.

Precisamente sobre esas compras de pánico que hacen que escaseen desde los cubrebocas, el cloro, el papel de baño —¡que sigo sin entender!— y hasta la famosa hidroxicloroquina, Datenbank también preguntó: “Por toda la situación que estamos viviendo, ¿has realizado compras de pánico en el supermercado o en tiendas similares?”, 88 de cada 100 mexicanos señalaron que no, 11 de cada 100 señalaron que sí; 1% no respondió.

De inicio, 11% me pareció poco. Tal vez a más de alguno le apenó responder que sí había realizado compras de pánico. Luego también recordé que, en México, siete de cada 10 viven en la pobreza y eso me hizo pensar que la estadística, entonces, no era tan rara.

En escala del uno al 10, donde cero es nada y 10 es mucho, señalamos que nuestro miedo llega al seis. Lo cual, en mi interpretación, significa que hay un buen porcentaje de la población a quien el tema le aterra y, por otro lado, sigue habiendo ciudadanos a los que el Covid-19 les parece un invento, o a lo más, vacaciones alargadas.

Esa percepción, no puedo dejar de señalarlo, es equivocada. Así lo dejan claro, a este martes fin de marzo, los casi 800,000 casos confirmados en el mundo, las casi 40,000 muertes, y los cientos de súplicas de personas quienes están viviendo lo que sucede en Europa y nos repiten en redes sociales que esto no es un juego.

¿Qué hacer? Lo italianos, quienes más fallecimientos por coronavirus han padecido hasta ahora, acuñaron la frase: “A nuestros abuelos les pidieron que fueran a la guerra... A nosotros sólo nos piden que nos quedemos en casa”. También podrías quedarte en casa. O bien, #QuédateEnCasa!

Consultor de Comunicación, Asuntos Públicos y Estrategia Política.

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