Lectura 3:00 min
Competitividad
Los países latinoamericanos tuvieron una década de progreso económico por el alza de los precios de las materias primas y por las políticas macroeconómicas.
El último estudio sobre competitividad -producido este año y dado a conocer hace una semana en el Foro Económico Mundial- revela datos muy útiles sobre la situación en que se encuentran 148 países, sus avances y también retrocesos, mismos que vacunan en contra de la demagogia de algunos líderes latinoamericanos que toman cualquier información complaciente para exagerar.
Tal es el caso de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien hace un mes dijo que su país estaba mejor que Canadá y Australia.
Según el Foro Económico Mundial, Canadá ocupa el puesto 14 en el posicionamiento mundial, 90 puestos adelante que Argentina.
Australia está en forma similar. Es frecuente escuchar exageraciones, como producto de narcisismos políticos, o alegres opiniones, como la de André Malraux, quien dijo hace 60 años: Buenos Aires es la capital de un imperio que no fue .
En el estudio de referencia se analizan los factores que determinan la productividad y su consecuencia comercial, la competitividad. Ellos son -entre otros- los siguientes: educación, calidad institucional, infraestructura, tecnología y capacidad innovadora, contexto empresarial favorable.
En la punta de los países de mayor competitividad están Suiza, Singapur, Finlandia, Alemania, EU, Suecia, Hong Kong, Holanda, Japón e Inglaterra, los cuales ocupan los 10 primeros lugares mundiales
Los países latinoamericanos que están relativamente mejor posicionados en orden de importancia son los siguientes: Chile, con el nivel 34; le siguen Panamá (40), Barbados (47), Costa Rica (54), México (55) y Brasil (56); más abajo se encuentran los demás, destacando como los peores Venezuela (134) y Haití (143).
También reconoce el estudio que los países latinoamericanos tuvieron una década de progreso económico debido al alza de los precios de las materias primas, así como de las políticas macroeconómicas.
Ahora, sin embargo, la mayoría de los países vive un estancamiento resultado de un contexto internacional desfavorable, pues no se realizaron políticas de desarrollo productivo que permitieran que más sectores económicos se modernizaran.
No se fomentó la inversión a largo plazo que le diera sostenibilidad al crecimiento económico. Todo se concentró en el alcance limitado de las ideas en el corto plazo. Ahora lo que tenemos es un crecimiento económico errático e insuficiente.
Elevar la productividad y desarrollar economías competitivas es una forma de crecer en un mundo cada vez más difícil por las elevadas ventajas competitivas de las naciones.
Ellas están muy bien dotadas de factores que lo hacen posible. Son las ganadoras en el mundo globalizado.
Por todo ello se necesita en América Latina hacer mucha economía política. El diseño de programas para aumentar la calidad educativa es fundamental porque su nivel es muy bajo.
La capacitación laboral es necesaria para adaptar la mano de obra a las nuevas tecnologías; fortalecer el capital tecnológico, en particular los sistemas nacionales de innovación; así como consolidar, ampliar y conectar la infraestructura.
Garantizar los derechos de la propiedad, lograr eficacia en la estructura institucional, financiamiento a las empresas -principalmente las pequeñas y medianas-, preservar la estabilidad macroeconómica, integración regional e inserción internacional con el objeto de tener relaciones más simétricas.