Sale a la caza de nacionalistas

La candidata de extrema derecha Marine Le Pen, que calificó a la segunda vuelta de las presidenciales francesas con un resultado histórico , espera poder captar antes del 7 de mayo los 10 puntos que le faltan para conquistar el Elíseo.

Diez puntos, créanme, es perfectamente factible , declaró la candidata, que no tira la toalla pese a que los sondeos la dan unánimemente una derrota frente al joven centrista proeuropeo Emmanuel Macron, con alrededor de 40% de los sufragios.

Podemos ganar y, es más, vamos a ganar , aseveró la líder eurófoba que soñaba desde hace meses con un enfrentamiento con este exbanquero de 39 años, a quien describe como el representante de la globalización salvaje .

Abucheos en el área de verduras

Le Pen pidió que se aumente la producción de alimentos en el país y el consumo de comida francesa.

Durante una visita al mercado mayorista de Rungis, a las afueras de París, Le Pen dijo que el gobierno francés debe promocionar la carne producida en Francia.

Fomentemos la ‘dieta francesa’, especialmente en los comedores escolares, donde nuestros hijos deben aprovecharse de los productos sanos y de calidad , afirmó.

La candidata fue abucheada por algunos trabajadores en la sección de frutas y verduras.

Abstención determinante

Para esperar imponerse el próximo 7 de mayo, Marine Le Pen tendrá al menos que duplicar el número de sufragios que obtuvo en la primera vuelta (7.69 millones), si la participación se mantiene al mismo nivel.

Para esto, tendría que encontrar argumentos que seduzcan a electores normalmente ajenos a su discurso político. La abstención podría también jugar a su favor.

Según las estadísticas, Marine Le Pen tiene pocas probabilidades, pero si pasamos a 70% de participación (frente a 77.7% el domingo), se achicaría el número de votos que necesita para ganar, señala Matthieu Chaigne, de Délits d’Opinion.

En esta hipótesis, Le Pen tendría una ventaja, ya que según las encuestas la hija del líder histórico de la extrema derecha cuenta con un electorado más sólido que Macron, por quien un número de electores votó por defecto en la primera vuelta.

Su estrategia de conquista del electorado del candidato conservador François Fillon, eliminado tras una campaña salpicada de escándalos judiciales, quedó clara el martes durante una visita a un mercado en los suburbios de París.

Tengo un pensamiento para los electores de François Fillon (...) Esa gente defendió a su candidato en condiciones extremadamente difíciles (...) y son recompensadas escuchando a su candidato decir ‘hay que votar por Macron’ , lamentó la ultraderechista, quien denunció una traición.

Pocas figuras de la derecha se han posicionado a su favor.