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José Mujica albergará a detenidos árabes de Guantánamo
En cuanto a los presidentes de Uruguay, José Mujica es un caso especial. El ex guerrillero de 78 años de edad es bien conocido por sus excentricidades: evita las costumbres de jefes los de Estado; le gusta pasar su tiempo en una antigua casa de campo para descansar y celebra su amor por un perro de tres patas.
En cuanto a los presidentes de Uruguay, José Mujica es un caso especial. El ex guerrillero de 78 años de edad es bien conocido por sus excentricidades: evita las costumbres de jefes los de Estado; le gusta pasar su tiempo en una antigua casa de campo para descansar y celebra su amor por un perro de tres patas.
Sin embargo, Mujica es un hombre muy serio y se ha dedicado en su mandato presidencial a promulgar las reformas que lo han convertido en el favorito de los progresistas de todo el mundo. El mandatario apoyó la ley más liberal del aborto en la católica América Latina, legalizó el matrimonio gay y el año pasado apoyó una de las leyes legalización de la mariguana más radicales en el mundo, incluso cuando la opinión pública estaba (un poco) en su contra. The Economist, que no se inclina a menudo por los líderes de América Latina, nombró a Uruguay país del año en el 2013, lo que se traduce en un elogio para Mujica.
En una visita a Washington esta semana, que incluyó una visita con el presidente Obama, Mujica habló con mi colega Mary Beth Sheridan sobre su última iniciativa: liberar a seis detenidos árabes del centro de detención de EU en Guantánamo, Cuba, y enviarlos como refugiados a Uruguay.
Los detenidos ya no están vinculados con el terrorismo, pero tampoco pueden ser repatriados -cuatro de ellos son sirios- por los temores en torno a su seguridad, así como a las actividades que desempeñarán una vez que regresen a casa. No somos los carceleros del gobierno o del Senado de Estados Unidos , dijo Mujica al The Washington Post. Estamos ofreciendo solidaridad en una cuestión de derechos humanos , agregó el mandatario.
Luego explicó a Sheridan por qué se sentía tan seguro sobre el reacomodo de estos detenidos de Guantánamo: Mujica pasó más de 13 años tras las rejas en su juventud por sus actividades guerrilleras, muchos de ellos confinado a aislamiento en una dictadura militar. Conozco las prisiones desde el interior , añadió el uruguayo.
Recordó que sus únicos compañeros durante muchos de esos años fueron ratones, hormigas y arañas. En los años de aislamiento adoptó una rana en su celda, a la que proveyó de una taza de agua para que pudiera nadar. Cuando pasas mucho tiempo en soledad, cualquier ser vivo se convierte en un compañero , expresó.
Mujica es el representante de uno de los países más pequeños de América del Sur, pero su gran corazón merece el reconocimiento mundial que está recibiendo ahora.