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México y Canadá podrían librar aranceles Trump
Se espera que los gravámenes al acero y al aluminio sean decretados hoy por el presidente de EU, en medio de un intenso cabildeo empresarial en ese país para impedirlos y desactivar el riesgo de una guerra comercial.
Canadá, México y posiblemente otros países podrían quedar exentos de los aranceles a la importación de acero y aluminio que planea imponer Estados Unidos por razones de seguridad nacional, informó este miércoles el gobierno del presidente Donald Trump.
“Esperamos que el presidente firme algo antes de que termine la semana, y hay posibles exclusiones para México y Canadá por seguridad nacional, y posiblemente de otros países por lo mismo”, dijo Sarah Huckabee, portavoz de la Casa Blanca, a periodistas.
Trump comentó días antes que había probabilidades de que los dos vecinos de Estados Unidos quedaran eximidos de la medida, pero entonces condicionó ello a que la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) sea benéfica para la economía estadounidense.
De acuerdo con medios estadounidenses, Trump programa firmar este jueves una proclama presidencial anunciando aranceles a las importaciones de acero y aluminio, una medida que ha sido expresamente rechazada por sus principales socios, a la vez que ha enfrentado oposición de empresas estadounidenses y ha dividido al propio gobierno de la Casa Blanca.
Trump generó una confrontación en su gabinete el jueves pasado cuando informó que aplicaría aranceles globales de 25% a las importaciones estadounidenses de acero y de 10% a las de aluminio. En la víspera, hubo un fuerte debate interno sobre si era correcto hacer el anuncio o posponerlo. Este mismo contexto siguió ahora con respecto a la proclama. El gobierno estadounidense ha difundido la posibilidad de que pudiera otorgar exenciones a empresas, productos o países. Trump tiene plena discrecionalidad respecto a la medida. México y Canadá son destino de alrededor de 80% de las exportaciones estadounidenses de acero.
En tanto, una nueva coalición de 32 grupos industriales, representantes de productores que utilizan bienes intermedios y terminados con insumos de acero y aluminio, se formó para rechazar los aranceles de Trump e instar a los legisladores a insistir en que todas las partes interesadas sean escuchadas antes de que se decrete el mandato.
Con ello, en un intento de última hora para influir en Trump, se creó la Alianza para el Comercio del Acero y el Aluminio Competitivo que incluye fabricantes de automóviles, productos agroindustriales, cerveza, maquinaria, herramientas, entre otros.
En riesgo, momentum de EU: US Chamber
En un exhorto más, Thomas Donohue, presidente de la Cámara Americana de Comercio de Estados Unidos, pidió que Trump se abstenga de la medida y expresó su preocupación por “las perspectivas crecientes de una guerra comercial”.
Donohue advirtió que Trump establece los impuestos a la importación, “pondría en riesgo el impulso económico logrado a través de las reformas fiscales y regulatorias de la administración”.
“No conduciremos la economía a un crecimiento superior a 3% o continuaremos creando empleos, si avanzamos por este camino”, dijo Donohue, en un comunicado. “Instamos a la administración a tomar este riesgo en serio y específicamente a abstenerse de imponer nuevas tarifas mundiales al acero y al aluminio”.
Trump calificó la semana pasada a las guerras comerciales, cuando se tiene altos déficits, de “buenas y fáciles de ganar”. Este lunes dijo que se mantiene “100%” firme en la imposición de aranceles, pero minimizó sus posibles consecuencias. “No creo que tengamos una guerra comercial”, dijo a la prensa durante su reunión en la Casa Blanca con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Arancel, contraproducente
En contrapunto, Donohue criticó: “Las tarifas dañarían directamente a los fabricantes estadounidenses, provocarían represalias generalizadas por parte de nuestros socios comerciales y dejarían virtualmente sin tocar el verdadero problema del exceso de capacidad de acero y aluminio de China.
“Alienar a nuestros aliados globales más fuertes en medio de negociaciones comerciales de alto riesgo no es el camino hacia el liderazgo estadounidense a largo plazo”, añadió
Trump anticipó que su orden se haría oficial en el transcurso de la presente semana. De ocurrir este jueves, se decretaría dos días después de que el director del Consejo Económico Nacional, Gary Cohn, anunciara su renuncia, por oponerse al aumento de los aranceles.
También sucedería el mismo día en que se firme, en Chile, el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP, por su sigla en inglés, o TPP-11), un tratado de libre comercio entre 11 naciones y del cual Trump decidió sacar a Estados Unidos.
la sección 232, el as bajo la manga de trump para imponer aranceles
Estos son 10 puntos para entender la sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de EU y el poder que le da al presidente de ese país para establecer aranceles.
1. Ningún país miembro de la OMC —incluido Estados Unidos— puede elevar unilateralmente sus aranceles, pero sí puede imponer algunos gravámenes especiales para proteger a ciertas industrias o sectores, siguiendo un protocolo de fundamentación que, en teoría, debe ser muy riguroso.
2. El ánimo proteccionista de Donald Trump halló esa sustentación en la sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, en su forma enmendada, pues le permite imponer barreras a las importaciones estadounidenses argumentando razones de seguridad nacional.
3. De acuerdo con la sección 232, previa investigación, el presidente tiene vía libre para imponer aranceles o cupos con el propósito de proteger industrias que sean consideradas como cruciales para preservar la seguridad de Estados Unidos.
4. La sección 232 data de la época de la guerra fría, en donde, en plena carrera armamentista con la Unión Soviética, era fundamental para Estados Unidos mantener fuertes ciertas industrias clave, como las del acero y la del aluminio.
5. Las investigaciones bajo la sección 232 pueden iniciarse a solicitud de una parte interesada, por disposición de cualquier departamento o agencia gubernamental o de oficio por el Departamento de Comercio, quien gestiona estos procesos desde 1981 (antes lo hacía el Tesoro).
6. El Departamento de Comercio tiene 270 días para presentar los hallazgos de su investigación al presidente de Estados Unidos, quien tiene, a su vez, 90 días para decidir si avala las conclusiones del estudio y a partir de ello, y si decreta aranceles o cuotas a la importación.
7. El 20 de abril del 2017, el presidente Trump emitió un memorando presidencial ordenando al secretario de Comercio priorizar la investigación de los efectos de las importaciones de acero y aluminio en la seguridad nacional de conformidad con la Sección 232.
8. En los informes presentados al presidente en enero del 2018, el Departamento de Comercio constató que esas importaciones amenazaban con menoscabar la seguridad nacional. En consecuencia, Trump ha anticipado que establecerá un arancel global de 25% a las importaciones de acero y otro de 10% a las de aluminio.
9. Se trata de un instrumento que se ha usado en 14 ocasiones desde 1981, la última vez en el 2001, bajo la administración de George W. Bush. En ese entonces se determinaron medidas para proteger la industria estadounidense de mineral de hierro y acero semiterminado, aunque México y Canadá fueron excluidos.
10. Otros industrias en las que se ha usado esta herramienta desde 1981 son la de petróleo y derivados, empaques semiconductores de cerámica, engranajes, moldes de inyección de plástico, uranio, rodamientos antifricción, cromo, manganeso, ferroaleaciones de silicón, entre otros.