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“La aviación ejecutiva vive un auge sin precedentes en México”

La pandemia detonó un crecimiento que no se ha detenido después del covid; “el aeropuerto de Tulum contribuirá a consolidar el crecimiento de esa zona y de la aviación ejecutiva en México”.

La aviación ejecutiva vive el mejor momento de su historia en México y la puesta en operación del aeropuerto de Tulum reforzará esa dinámica, afirma Guillermo Morales Montesinos, director general de Patriot Aviation, una de las empresas de referencia en el sector.

Los servicios de aviación ejecutiva habían tenido un desempeño que estaba por debajo de su potencial hasta que llegó la pandemia, explica Morales, quien fundó la empresa en 2002. “Con el covid, muchas personas que tenían capacidad económica y no habían utilizado aviones privados probaron la experiencia y se dieron cuenta de las ventajas. Como industria, el crecimiento fue enorme, podemos hablar de 400-500% entre 2020 y 2021; lo mejor es que el buen momento siguió después de la pandemia. En un contexto mucho menos dramático, hemos conservado crecimiento a tasas de 25 a 30% anual”.

Las ventajas de los vuelos ejecutivos tienen que ver con el uso más eficiente del tiempo y la calidad de la atención.

Somos 100% confiables y ofrecemos seguridad. En la pandemia eso significaba menor riesgo de salud y después de la pandemia significa muchas cosas más. Las eficiencias pueden hacer la diferencia para personas que tienen agendas muy complicadas. En vuelos ejecutivos se puede organizar un día con visitas breves a tres ciudades de México. Esto sería imposible en vuelos comerciales”.

El mercado tiene que ver mucho con necesidades de empresas, pero hay también un gran interés de parte de particulares que toman los vuelos privados con fines lúdicos. El crecimiento del negocio significa perspectivas de expansión para Patriot. Guillermo Morales lo explica así: “ahora tenemos siete aeronaves propias y 14 que pertenecen a terceros y administramos nosotros. Pensamos crecer 30% el año próximo y otro 30% adicional entre 2025 y 2026. El crecimiento será en nuestra flota de aviones propios y también en aviones de terceros que nosotros administramos. El objetivo es llegar a tener entre 12 y 14 aviones propios y alrededor de 25 aeronaves de otros que administraremos nosotros”.

La gestión de aeronaves que pertenece a otras personas o empresas es un área de oportunidad, porque en la pandemia muchos particulares compraron aviones privados. “Con el tiempo quedó claro que la administración de los aviones es muy complicada y, para muchos, tiene sentido ponerlo en manos de profesionales especializados, como lo somos nosotros. Los propietarios tienen su avión listo para cuando lo quieran usar y, también lo pueden rentar a otros, a través de nosotros”.

La oferta de Patriot incluye aviones tipo Jet Lear, que permiten cubrir todo el territorio nacional. Aviones de cabina mediana, Hawker, que pueden viajar, por ejemplo, a Nueva York. Para vuelos mucho más largos, por ejemplo hacia Europa, hay aviones más grandes, como los Challenger, que pueden recorrer toda la distancia hasta el continente europeo con una breve escala para abastecimiento en Canadá.

Los planes de crecimiento son ambiciosos y reflejan confianza en el futuro de México, “Nos gustan los cambios en la Agencia Federal de Aviación Civil, porque se ha hecho más eficiente. El aeropuerto de Tulum detonará más el desarrollo de una zona que ya es muy relevante, en Quintana Roo. Confiamos en que esa zona aguanta dos aeropuertos, porque Cancún estaba atendiendo una zona que está a más de dos horas de distancia en traslados por tierra. La apertura de Tulum a la aviación ejecutiva le permitirá atraer turismo de alto poder adquisitivo, que genera más derrama de recursos”.

El crecimiento de la aviación ejecutiva en Quintana Roo añadirá un polo de desarrollo al mapa de este servicio en México, en donde el aeropuerto de Toluca sigue siendo el centro de operaciones más importante, explica el director general de Patriot. “En Toluca hay alrededor de 3,500 vuelos mensuales, es un poco más de un tercio de los vuelos que se dan en todo el país, aproximadamente 10,000 al mes”.

Entre los aspectos que necesitan mejorar del ecosistema de la aviación ejecutiva, Morales Montesinos destaca dos: “el abasto de combustible que está lejos de ser eficaz y que genera problemas en la operación y la existencia de muchas empresas que son operadas por “hombres avión”, donde un piloto con mucha experiencia tiene un avión y ofrece servicios de vuelos privados, sin tener el respaldo que tiene una empresa, donde hay todo un equipo de profesionales que garantizan que todo salga bien”.

Cuando se le pregunta sobre lo que será Patriot en la próxima década, Guillermo Morales traza una visión ambiciosa: “yo pienso en grande. Estaremos entre las tres mayores compañías de aviación ejecutiva en México. Seremos mucho más grandes, en un contexto en el que la aviación ejecutiva será mucho más grande en nuestro país”.

diego.badillo@eleconomista.mx

Periodista mexicano, originario de Amealco, Hidalgo. Editor del suplemento Los Políticos de El Economista. Estudié Sociología Política en la Universidad Autónoma Metropolitana. En tres ocasiones he ganado el Premio Nacional de Periodismo La Pluma de Plata que entrega el gobierno federal. También fui reconocido con el Premio Canadá a Voces que otorga la Comisión Canadiense de Turismo, así como otros que otorgan los gobiernos de Estados Unidos y Perú.

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