Gobierno mexicano busca transformar LyFC

El presidente de México, Felipe Calderón, está llamando a una transformación de la poco eficiente compañía de luz estatal que atiende a la zona de la capital del país, una medida elogiada por la industria pero que podría desatar un conflicto laboral.

El mandatario, quien ocupó anteriormente el cargo de secretario de Energía, ha señalado en semanas recientes a la Compañía de Luz y Fuerza del Centro (LFC) como uno de los ejemplos de lo que está mal en el sector público de México.

"Tenemos que solucionar la problemática de Luz y Fuerza del Centro (...) el tiempo se está agotando y tenemos que hacer cambios profundos y substanciales en la administración incluyendo la propia administración en la Compañía de Luz y Fuerza", dijo Calderón en una entrevista radial este mes.

El gobierno mexicano no ha divulgado planes concretos para una reestructuración de LFC, pero Calderón ha dicho que todas las compañías estatales necesitan mejorar su desempeño financiero.

El director del monopolio petrolero estatal Pemex fue removido este mes en medio de un pobre desempeño de la compañía.

LFC es el único distribuidor de energía en la Ciudad de México y partes de cuatro estados circundantes.

Las pérdidas operativas de la compañía representan una creciente carga fiscal, especialmente en momentos en que el gobierno de Calderón ha planteado un presupuesto austero para el 2010 con mayores tarifas eléctricas e impuestos que compensen una caída de la producción de petróleo.

El gobierno presupuestó 42,000 millones de pesos (3,100 millones de dólares) para cubrir las pérdidas de LFC, casi el mismo monto asignado al ejército, que está inmerso en una dura batalla con los cárteles de la droga que operan en el país.

La base de costos de LFC está cargada de una enorme fuerza laboral, un generosos esquema de retiros y crecientes pérdidas debido al robo y problemas técnicos. Y pese a que las tarifas son reguladas, las empresas del país pagan algunas de las cuentas de energía más elevadas de América Latina, según el Banco Mundial.

SINDICATO PODEROSO

Funcionarios de la Secretaría de Energía se quejan en privado de que el sindicato de la compañía no ha cumplido sus compromisos bajo un acuerdo de marzo del 2008 para elevar la productividad y lo identifican como el mayor obstáculo para mejor el desempeño de la compañía.

El Sindicato Mexicano de Electricistas ha rechazado esfuerzos para elevar la eficiencia y defendido los niveles de empleo.

Miembros del sindicato realizaron este mes protestas en una importante vía de la Ciudad de México y sus líderes han advertido que llevarán a cabo más movilizaciones si el gobierno intenta recortar empleos en LFC.

Sin embargo, los clientes de la compañía -que sufren de frecuentes apagones, cambios en el voltaje y de lentos trámites- agradecerían cualquier mejoría en el deficiente servicio.

"Como industria es realmente intolerable que estemos de rehenes de una empresa que no es competitiva y que no quiere ser competitiva", dijo Alfredo Green, quien dirige el comité energético en la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) de México.

Las fluctuaciones de voltaje pueden causar daños a plantas industriales y pérdidas en la producción, forzando a las empresas a invertir en equipo especial para protegerse.

Incluso la Secretaría de la Defensa ha sido afectada. El ejército planea gasta 7.7 millones de pesos (575,000 dólares) para proteger sus equipos de cómputo en una de sus bases en la región de la capital de fallas en el servicio eléctrico, dijo el martes el diario Reforma.

RDS