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El Hasekura ?de estos tiempos
El primer contacto entre mexicanos y japoneses fue en una misión comercial.
Hace exactamente cuatro siglos, un galeón de fabricación japonesa denominado San Juan Bautista cruzó el océano Pacífico y arribó al puerto de Acapulco el 25 de enero de 1614. Fue ése el comienzo histórico de las relaciones oficiales entre México y Japón.
El buque transportaba a aproximadamente 190 japoneses comandados por el samurái Hasekura Rokuemon Tsunenaga. Su objetivo consistía en estable?cer relaciones comerciales con la que entonces se llamaba Nueva España, además de pretender el envío de misioneros cristianos para la evangelización en Japón.
Debió ser una proeza. El encuentro de los mexicanos con el ámbito japonés quedó plasmado en el Diario del indígena Chimalpahin, al cual tenemos acceso gracias a la traducción hecha del náhuatl por Miguel León Portilla.
Chimalpahin no ocultó su asombro ante los rasgos de aquel contingente de orientales. Llamaron su atención las vestimentas de seda, los peinados al rape con una coleta enroscada y sus sandalias, a las que llamaban Waradyi, de donde algunos creen que proviene la palabra huarache .
Las vicisitudes de Hasekura bien merecen una superproducción cinematográfica, pues el hombre, fiel a su propósito, permaneció en México y posteriormente se embarcó hacia España y Roma desde Veracruz, con un grupo muy menor de 30 acompañantes.
Eso significa que prácticamente más de 100 se establecieron en México, y que no pocos se cristianizaron y formaron familias con las damas mexicanas.
La sangre japonesa corre por las venas de muchos mexicanos y quizá no lo saben. Lo cierto es que Japón ha permanecido en la memoria histórica de México desde aquella misión de Hasekura hasta el presente.
En estos días nos visita el primer ministro Shinzo Abe, quien curiosamente trae como misión la misma de Hasekura hace 400 años: la de acercarse a México.
Para los mexicanos es un honor contar con tan distinguido huésped, nieto de otro mandatario japonés que así mismo visitó nuestro país hace 55 años: Nobusuke Kishi.
Abe ha sido artífice de importantes reformas en su país. Encabeza una política exterior que desea fortalecer la presencia de Japón en América Latina, puesto que desde México viajará a la región del Caribe y América del Sur.
En nuestro país seguramente encontrará hospitalidad y un profundo afecto por Japón. No solamente estamos familiarizados con las marcas japonesas que circulan por las calles y nos conectan con el mundo de las tecnologías, sino que incluso la cultura del sushi forma parte ya de nuestra cotidianidad.
Es por eso que a Shinzo Abe lo podemos ver más que como un socio de México en el Acuer-?do de Asociación Económica, vigente desde el año 2005, como el amigo con el cual se abre una nueva etapa de intercambios bilaterales.
Es un gusto tenerlo en México, distinguido primer ministro de Japón.
*La autora es presidenta del Grupo de Amistad con Japón, de la Cámara de Diputados.