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Economía

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Primer ministro francés presiona a legisladores

El llamado de Lecornu fue el último capítulo de los esfuerzos del gobierno minoritario del presidente, Emmanuel Macron, para aprobar un presupuesto en un parlamento fragmentado.

Sébastien Lecornu. Foto ReutersReuters

Sébastien Lecornu, primer ministro francés, presionó ayer a los legisladores para que aprueben el presupuesto 2026 antes de fin de año después de que la, profundamente dividida, Cámara Baja del Parlamento rechazara la parte fiscal de la legislación.

Dijo que aún había tiempo, pero instó a los legisladores de la oposición a no obstruir la legislación, que debe dirigirse al Senado después de que la Cámara Baja rechazara partes de ella el sábado.

El llamado de Lecornu fue el último capítulo de los esfuerzos del gobierno minoritario del presidente, Emmanuel Macron, para aprobar un presupuesto en un parlamento fragmentado, donde la extrema derecha y la izquierda dura esperan con ansias cualquier paso en falso que puedan usar para desencadenar una moción de censura y derrocar al Primer Ministro.

“Esta es una alerta para el futuro, pero sí podemos hacerlo”, mencionó Lecornu en una declaración televisada.

Credibilidad del gobierno de UK en prueba

El gobierno laborista de Reino Unido revelará su presupuesto anual mañana y se esperan aumentos de impuestos para frenar la deuda y financiar los servicios públicos que amenazan con minar aún más sus débiles índices de popularidad en las encuestas.

El primer ministro, Keir Starmer, ha prometido un “presupuesto laborista con valores laboristas”, prometiendo reducir los tiempos de espera del Servicio Nacional de Salud y aliviar una prolongada crisis del costo de vida.

“Reduciremos el costo de vida congelando las tarifas ferroviarias, aumentando las pensiones estatales, congelando los cargos por recetas para millones de personas y ampliando los clubes de desayuno gratuito” para los escolares, mencionó ayer el portavoz de Starmer.

Sin embargo, la ministra de finanzas, Rachel Reeves, se enfrenta a un desafío: apuntalar la credibilidad del Partido Laborista ante los votantes a medida que el partido de extrema derecha, Reform UK, gana popularidad y al mismo tiempo convencer a los inversionistas de que el gobierno tiene sus finanzas bajo control.

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