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Las desigualdades —y no sólo la pobreza— forman el mayor reto de México
El tema de las desigualdades es de los más importantes entre economistas del ámbito académico, que cambia el enfoque hasta hace unos años dominante de combate sólo a la pobreza por medio de aumentar la productividad del país.
Las políticas públicas ya no deben dirigirse sólo al combate a la pobreza —como hasta ahora se ha dado—, sino que deben cambiar a reducir las múltiples desigualdades que aquejan a la mayoría de la población en el país, coincidieron panelistas de una mesa de análisis sobre el tema realizada el jueves en El Colegio de México.
El tema de las desigualdades es de los más importantes entre economistas del ámbito académico, que cambia el enfoque hasta hace unos años dominante de combate sólo a la pobreza por medio de aumentar la productividad del país. La pobreza —como desigualdad socieconómica— puede sumarse a otro tipo de desigualdades y afectar a la población. A decir de algunos panelistas participantes en el conversatorio, las desigualdades en México son históricas, lo que hace necesario describir los mecanismos por los cuales se reproducen en la sociedad a través del tiempo.
“La combinación de la política fiscal y la de gasto no contribuyen a reducir la desigualdad en México”, dijo Gerardo Esquivel Hernández, futuro subsecretario de Egresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), participante en el foro. Criticó el modelo de combate a la desigualdad seguido hasta ahora por las últimas administraciones federales.
La mesa fue parte de la presentación de los resultados del Curso Abierto Masivo en Línea sobre Desigualdad, coordinado por Esquivel. Al debate fueron Gonzalo Hernández Licona, director del Coneval; Regina Tamés, directora de GIRE (Grupo de Información en Reproducción Elegida), y Ricardo Fuentes-Nieva, director de Oxfam México.
Ricardo Fuentes-Nieva explicó que el estudio de las desigualdades en el medio académico ha cobrado relevancia luego de que a partir de principios de los años ochenta, en el mundo se comenzó a dar un proceso de concentración de la riqueza en un pequeño porcentaje de la población, y a la par de ello, una concentración de poder. Fue entonces que la academia comenzó a tener como objeto de estudio la desigualdad socioeconómica, que luego de varios trabajos de especialistas, el modelo cambió a la investigación de las desigualdades, entre las que se encuentran la socioeconómica, pero también las de género, raza, etaria, entre otras.
En el caso particular de México, muchas de las desigualdades son históricas, y no producto del relativamente reciente fenómeno global de concentración de la riqueza, dijo Fuentes-Nieva. De ahí que a la par de visibilizar las desigualdades, es necesario que desde la academia se describan también los mecanismos por los que las desigualdades se reproducen en la sociedad a través del tiempo, dijo el director de Oxfam México.
El director del Coneval, Gonzalo Hernández Licona, dijo que el tema de las desigualdades es el más relevante para México. Sobre las diferencias existentes entre la pobreza y la desigualdad, Hernández Licona expuso un ejemplo: en las políticas públicas existe un claro consenso de que su objetivo último es reducir la pobreza a cero; en lo que toca a la desigualdad de ingreso, no aplica la reducción a cero en las desigualdades, sino que el enfoque es reducir las brechas, no erradicarlas.
Para Hernández Licona es necesario que todos cuenten con igualdad en el acceso a las oportunidades, para entonces reducir las desigualdades. Sociedades menos desiguales tienen mejores desempeños en la economía de mercado, dijo. Sobre este punto, el director del Coneval utilizó una analogía que suscitó anotaciones de los otros panelistas. El ejemplo usado fue la competencia existente entre el Real Madrid y el Barcelona, equipos de la liga de futbol española, para explicar que lo deseable en una política pública es que los competidores lleguen en igualdad de condiciones a la cancha, para que no haya objeción alguna sobre el resultado de la competencia.
Sobre el punto, Fuentes-Nieva acotó —siguiendo la analogía propuesta por Hernández Licona— la relevancia de la actuación del árbitro en el partido, para apuntar la relevancia y necesidad de la actuación de las instituciones en la economía de mercado. Si uno de los competidores puede inclinar a su favor la decisión del árbitro, contará con una ventaja sobre su adversario, misma que constituirá una desigualdad.
Pero fue el futuro subsecretario de Egresos quien propuso un cambio de juego, empujando más allá la analogía del director del Coneval usada con fines expositivos para una audiencia no especializada. Gerardo Esquivel propuso un modelo como el de la liga estadounidense de futbol americano, la NFL, en el que el modelo de la institución es asimétrico para remediar las desigualdades, dando así a todos los equipos la oportunidad de ser competitivos.
Y en este punto, entabló una polémica con el director del Coneval, al referir que en la liga española de futbol prevalece una profunda desigualdad entre los equipos, en el que sólo dos son privilegiados. De esto, Esquivel desprende que a nivel gubernamental, es necesario un arreglo institucional para combatir las desigualdades, pues las mientras el modelo privilegie a unos cuantos, toda política encaminada a remediar este problema será estéril.
El Curso Abierto Masivo en Línea sobre Desigualdad coordinado por Esquivel se inscribe en el conjunto de investigaciones de El Colmex sobre el tema de desigualdades. Contó con el desarrollo técnico de la institución y con el financiamiento del banco de desarrollo Corporación Andina de Fomento (CAF). Se realizó entre el 8 de octubre y el 10 de noviembre del 2017, a lo largo de cinco sesiones, con el propósito de “ofrecer una serie de conocimientos relacionados con el concepto de desigualdad, su medición e interpretación, particularmente en México”.
El curso en línea contó con la inscripción de 8,452 personas de 11 nacionalidades distintas, y tuvo una tasa de terminación superior a 10%, cuando la tasa de terminación promedio de este tipo de cursos ronda 4%, lo que, a decir de sus organizadores, constituye un éxito.