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Banxico enfrenta oportunidad de cambios: Moodys
La terminación del actual periodo de gobierno en el banco central abre la posibilidad de adecuar la política monetaria a los nuevos tiempos y realidad del país.
La terminación del actual periodo de gobierno en el Banco de México (Banxico) significa la oportunidad de relevo en la titularidad del instituto central y abre la posibilidad de adecuar la política monetaria a los nuevos tiempos y realidad del país.
El director para América Latina de Moodys Economy.com, Alfredo Coutiño, estimó necesario revisar la consistencia del objetivo inflacionario de 3.0% con la estructura real de la economía.
Además, dotar a la política monetaria de un mandato dual que persiga máximo crecimiento con mínima inflación.
Coutiño comentó que la política monetaria podría iniciar el 2010 con un nuevo gobernador del banco central, dado que el mandato del actual titular, Guillermo Ortiz Martínez, concluye a finales de este año.
En su análisis, el especialista consideró que el relevo del gobernador abre la posibilidad para revaluar la viabilidad del objetivo de inflación y el grado de flexibilidad de la política monetaria en el país.
En particular, estimó necesario revisar la consistencia del objetivo inflacionario con la estructura real de la economía. 'La existencia de distorsiones hace que la economía sea más consistente con una inflación estructural superior a 3.0 por ciento'.
Además, debe evaluarse la posibilidad de darle mayor flexibilidad a la política monetaria a través de un mandato dual, que le permita responder de mejor manera a situaciones de crisis.
'La terminación del actual periodo de gobierno en el Banco de México significa no solo la oportunidad de relevo en la titularidad del instituto central, también abre la posibilidad de adecuar la política monetaria a los nuevos tiempos y realidad del país'.
Así, con independencia de que el actual gobernador sea ratificado o relevado, la política monetaria requiere ser reformada para liberarla de la rigidez a que fue sometida en los tiempos inflacionarios del pasado.
Dos son los cambios que el país debería considerar para dotar de flexibilidad a la política monetaria: un objetivo de inflación más consistente con la estructura económica y adoptar un mandato dual.
Insistió que la falta de flexibilidad en el sistema de precios refleja una estructura económica con distorsiones de mercado, lo cual hace que la economía mexicana sea naturalmente más consistente con una inflación estructural de 5.0%, en lugar del objetivo oficial de 3.0 por ciento.
Así, combatir una inflación estructural cuyas raíces no son monetarias resulta ineficaz e incluso representa un alto costo en términos de crecimiento económico para el país, abundó.
Por lo tanto, subrayó el director para América Latina de Moodys Economy.com, para poder aspirar a una inflación objetivo de 3%, el país necesita primero resolver sus problemas estructurales.
El especialista opinó que si la política monetaria no contribuyó de mejor manera a que la economía saliera mejor librada de la recesión, fue precisamente porque podría haber sido acusada de violar su mandato constitucional al dedicarle atención al crecimiento.
Para que la política monetaria responda mejor en situaciones de crisis y en tiempos de auge, debe ser más flexible, asignándole un mandato monetario doble: inflación y crecimiento, sostuvo Coutiño.
Para ello, el país necesita más reformas y desregulación, flexibilidad a su política económica, en particular a la monetaria para que responda con más eficiencia a choques internos o externos.
RDS