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Copame entra a exploración de era comercial

El Comité Paralímpico Mexicano define 2023 como su mejor momento y el punto de partida para detonar patrocinios, después de años de lucha en posicionamiento.

Recurso. Bupa, empresa de seguros, aportará 3 millones de pesos a Copame de cara a los Juegos Paralímpicos 2024. Foto: Especial

Este viernes inician los Juegos Parapanamericanos Santiago 2023, el evento más importante a nivel continental para México y sus paratletas. El principal discurso sigue siendo mantenerse como protagonista de este evento, pero ahora también se habla de algo inédito: crecer la cartera de alianzas y patrocinadores.

“Estamos felices porque esta es una nueva etapa para el deporte paralímpico (…) Hoy estamos en nuestro mejor momento, realmente tenemos muy poquito con el posicionamiento, pero estamos haciéndolo de la mejor manera para tener más aliados”, señala Liliana Suárez, presidenta del Comité Paralímpico Mexicano (Copame), en entrevista con El Economista.

La charla sobre los patrocinadores se abrió una semana antes de los Juegos Parapanamericanos en Santiago, cuando Copame presentó en una conferencia a Bupa, una empresa de seguros internacionales con 20 años radicando en México, como su nuevo socio de cara a este evento y con contrato por un año, hasta los Juegos Paralímpicos París 2024.

El director general de Bupa México, Fernando Lledó, confirmó que el patrocinio durante este año será por tres millones de pesos y tienen intención de mantenerlo a largo plazo, ya que esta compañía ha tenido relaciones similares con comités paralímpicos en España, Gran Bretaña, Polonia y Chile.

Liliana Suárez explicó a este diario que Copame ya había tenido alianzas con Laboratorios Polanco y la marca BP en los Juegos Paralímpicos Tokio 2021, sobre todo en cuanto a proporcionar todas las pruebas covid para la delegación. Sin embargo, define el patrocinio de Bupa como algo de mayor jerarquía.

“De esta índole, sí es el primer patrocinador. Decíamos ‘que llegue el primero’, porque después sé que van a llegar más. Espero que tengamos por lo menos tres o cuatro aliados más (para París 2024), es una meta y vamos a trabajar para ello, pero tenemos que hacer el mejor trabajo para tener credibilidad y confianza, la mejor de la rendición de las cuentas y que ellos (los patrocinadores) vean que lo que aportaron tiene una retribución en el deporte nacional”.

Los tres millones de pesos que aportará Bupa representan aproximadamente el 1% del presupuesto anual de Copame, explica su presidenta, por lo que no es una cantidad que será usada específicamente para un grupo de atletas, sino a nivel macro para tratar de explotar al máximo el recurso.

“Si lo destinarámos a un atleta no nos alcanzaría ni siquiera para tres eventos en un año. Contar con un aliado de esta manera y poder destinar el recurso a capacitación, desarrollo e investigación va a abrir esferas que no habíamos tenido. Tenemos que ser muy objetivos en dónde y cómo se va a aplicar”.

En Santiago 2023, México cuenta con 182 atletas y una delegación total de 314 personas entre equipo multidisciplinario, entrenadores y personal de apoyo. Para la participación convencional en los Juegos Panamericanos de este mismo año, el Comité Olímpico Mexicano (COM) y la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) aportaron 96 millones de pesos.

Es por eso que para Copame es prioridad dividir de forma estratégica los ingresos de sus patrocinadores, como en este caso es Bupa. Además, deja en claro que este aporte es de gran importancia y abre la puerta a nuevos vínculos.

“Esta inyección es muy importante porque, por ejemplo, no tenemos ahorita personal que le paguemos de manera propia, el personal que tenemos es pagado por Conade. Lo que tenemos de recursos ahorita es para operatividad: internet, papelería, todo lo que representa mover a tu gente, hay que cuidar mucho cada peso y cada centavo para que lo que se mueva tenga un impacto (…) Creo que esto es un 1%, pero es muy bienvenido”, aclara Liliana Suárez.

Fue en 2016 cuando Suárez asumió el cargo como presidenta de Copame y, en estos siete años, define a la institución en un proceso de transición que pasó desde dejar todo claro en temas normativos, ganar posicionamiento incluso con sus propios atletas, hasta esta nueva era comercial con patrocinadores.

“Todo este tiempo ha sido para realizar un análisis FODA para saber dónde estamos parados, hacia dónde queremos caminar y qué necesitamos. Lo primero que teníamos que hacer era que los atletas conocieran y reconocieran que existe un Comité Paralímpico y que las autoridades también lo supieran, porque a veces olvidan que existimos, es una tierra de nadie y todos quieren mandar. Hoy ese posicionamiento se ha logrado y es muy importante, los atletas saben que las puertas están abiertas para ellos”.

Señala que entre 2016 y 2017 todo el trabajo fue para dejar el panorama claro en normatividad, recalcando que en 2013 fue cuando Copame entró por primera vez al marco de la ley mexicana. En 2018 fue la preparación deportiva para los Juegos Parapanamericanos de Lima 2019 y también vino la transición del gobierno federal.

Ya en 2021, con un panorama más claro a nivel administrativo, Copame lanzó la campaña ‘Yo lucho por México’ previo a los Juegos Paralímpicos y con el objetivo de posicionar más su imagen entre atletas y el resto de la comunidad nacional, pero es hasta este 2023 que ya entra en la conversación el tema comercial.

“Ahora lo primero que tenemos que hacer es generar confianza, cualquier convenio da primicia de la confianza. En este apoyo (de Bupa) tenemos que dar la mejor rendición, que sea nuestra carta de presentación para que más aliados confíen”, concluye la presidenta de Copame.

fredi.figueroa@eleconomista.mx

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