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Cartas libres y préstamos, la salvación de fichajes tras el covid

Messi, Alaba, entre otros, impusieron un récord este verano: ser el mercado de transferencias libres más costosas de la historia. Es el segundo año con este modo de operar, que perdurará por la pandemia.

Ligue 1 - Paris St Germain v RC StrasbourgREUTERS, X07453

Pérdidas, deudas y gastos. La nueva rutina del futbol muestra a diario que los clubes siguen cayendo en números rojos desde aquel marzo de 2020 en que un virus microscópico detuvo al mundo y esto ha alterado también a uno de los atractivos más grandes para los aficionados en cada verano: los mercados de fichajes, en los que las instituciones derrochaban dinero y poder para quedarse con los talentos más codiciados.

Aunque las ‘bombas’ siguen sonando, como Lionel Messi al PSG, David Alaba al Real Madrid o ‘Kun’ Agüero al Barcelona, la forma de operar ya no es la misma ostentosa desde el verano 2020. Las cartas libres y los préstamos se han adueñado de las ventanas de transferencias como un bálsamo para algunos clubes y una desgracia para otros.

Una transferencia libre se refiere a que un jugador ha terminado su contrato con su club y es libre de negociar con cualquier otro sin que este tenga que pagar nada por su carta. El acuerdo es directo con el futbolista e incluye sueldo y bono de firma, pero no su valor de mercado en la actualidad.

En julio de 2019, último año sin pandemia, las cinco grandes ligas europeas (Premier/Inglaterra, LaLiga/España, Serie A/Italia, Bundesliga/Alemania y Ligue 1/Francia) gastaron 6,186 millones de euros en fichajes, mientras que para julio de 2021 fueron solo 1,380, lo que significa una reducción del 450%.

Además, en cuanto a transferencias libres, pasaron de un 26.2% de jugadores fichados de esta forma en verano de 2019 a 32.3% en 2020, de acuerdo con cifras de CIES Football Observatory, y se especula que al término de agosto de 2021 la cifra pueda acercarse a 40% (el mercado de fichajes continúa abierto todo agosto).

La fórmula de los fichajes libres es un contraste. El PSG es uno de los clubes que más sacó provecho al ahorrar 180 millones de euros en las cartas de Messi (80 millones), Gianluigi Donnarumma (60), Giorginio Wijnaldum (30) y Sergio Ramos (10), que en realidad hubieran sido más porque, al tener contrato vigente, algunos clubes les ponen una cláusula de rescisión que, en casos como Messi, llegó a alcanzar los 600 millones de euros.

Del otro lado, Barcelona está hundido en una deuda de 1,350 millones de euros, con pérdidas de 481 y 91 más de impacto por la pandemia. Incluso sin su máxima figura, su masa salarial sigue absorbiendo el 103% de sus ingresos, declaró su presidente, Joan Laporta.

“Registrar jugadores libres o por préstamo viene por culpa de la economía afectada por la pandemia y que ha provocado que, en general, jugadores que tenían salarios altos tuvieron que bajarlos. Eso lo vimos muy fuerte el año pasado, los clubes no están como para mantener este tipo de sueldos, como el Barcelona”, señala a este diario, Rob García, agente de categoría FIFA.

“Si bien esto es algo atípico, la tendencia es hacia allá, se ha escuchado incluso que se haga un modelo de tope salarial y con multas de parte de las ligas top de Europa como lo hace la NBA; para allá vamos, es una tendencia muy sana para las ligas”, agrega.

Entre los veranos 2020 y 2021, ya con la pandemia encima, solo dos fichajes en todo el mundo han superado los 100 millones de euros: Jack Grealish, al Manchester City por 117.5, y Romelu Lukaku, al Chelsea por 115, contrario a lo que pasó en los tres anteriores, entre 2017 y 2019, cuando fueron ocho jugadores los que llegaron a ventas por tres cifras, incluidos los seis más costosos de todos los tiempos (desde Antoine Griezmann por 120 millones hasta Neymar por 222).

Otra forma de reclutar jugadores sin pagar esas cantidades son los préstamos. Las cinco ligas pasaron de fichar un 23.1% de sus jugadores de esta forma antes de la pandemia a un 30% en la actualidad, siendo la Serie A de Italia la que mayor incrementó de un 27.9 a un 40.8%, según el documento ‘El impacto real del covid en el mercado de transferencias de futbolistas’, publicado por CIES Football Observatory.

De acuerdo con Transfermarkt, cuatro de las cinco transferencias libres más cotizadas de la historia se han concretado en el verano 2021: Messi y Donnarumma al PSG, valiendo 80 y 60 millones de euros, así como David Alaba al Real Madrid (55 millones) y Memphis Depay al Barcelona (45). Dentro del top 5, solo el fichaje gratis de Robert Lewandowski al Bayern Múnich está fuera de este año (fue en 2014, cuando el polaco valía 50 millones).

Además, en este agosto, todavía quedan varios ‘peces gordos’ en agencia libre para ser fichados, como los ex campeones mundiales, Jerome Boateng y Franck Ribery, o el ex seleccionado brasileño, David Luiz.

El nuevo modelo: ganar-ganar para clubes y jugadores

Para el agente Rob García, quien tuvo experiencia en los traspasos de figuras mundiales como Kaká, Alexandre Pato y Sebastian Giovinco a la MLS, este nuevo régimen de transferencias libres es un “ganar-ganar” para los clubes y futbolistas, ya que al no haber la presencia de un tercero, que es el antiguo club del jugador, las negociaciones y beneficios son más directos.

“El jugador normalmente recibe una prima por firmar y en lugar de costar 20 millones o más, básicamente le pagas la prima, su salario y ya, es un ahorro sustancial para el club. Mientras sigan estos problemas económicos (por la pandemia), esto es lo que va a suceder, ahí tenemos a los másters que lo ejecutaron muy bien este verano, el PSG”.

En cuanto al dinero que reciben los futbolistas en este nuevo esquema, analiza: “Hay que ver qué prefiere un jugador, ya que se lleva un porcentaje muy pequeño de entre el 10 y 15% cuando es una transferencia (venta normal), es decir, si hablamos de 100 millones de euros debería recibir entre 10 y 15 menos impuestos. El hecho de decir que llegas libre, pero que te van a dar los millones en la mano es mucho más apetitoso que esperar a pagarle a los clubes”.

El agente FIFA también resalta que cuando un jugador es renovado por su antiguo club, como hubiera ocurrido con Messi este verano, no recibe una compensación económica, “rara vez le dan algo”, lo que también incentiva su salida. Además, especifica que es responsabilidad total de la dirección o departamento deportivo el retenerlos para que no se vayan libres.

“Al final no es tanto que pierdan los clubes. Si invierten 20 o 30 millones en el fichaje de un futbolista y este se va libre es culpa de la dirección deportiva o presidencia porque no puedes hacer eso. Ahora, si antepones esto a circunstancias como cuántos años estuvo y cuántos campeonatos lograste gracias a él, cuánto salario te vas a ahorrar, cuánto salario tendrías que invertir si se queda, cuánto merchandising pudiste vender gracias a él, ahí no le pierdes tanto”, concluye el especialista.

fredi.figueroa@eleconomista.mx

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