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Trump, ¿superhéroe o farsante?
Ayer, muy temprano, me habló mi amigo Andrés, desde el inicio del confinamiento no nos habíamos comunicado. Apenas me saludó me reclamó. ¿por qué no me has hablado?
Yo.- Lo mismo digo. El mismo esfuerzo supone hablar de tu teléfono al mío que del mío al tuyo.
A.- Tienes razón. ¿Cómo has estado?
Yo.- Un poco mal de la columna.
A.- Sí, he leído las últimas y tienes que refrescarte.
Yo.- De la columna vertebral. Me encontraron tres hernias y me infiltraron para reducirlas. Ya no tengo dolor.
A.- ¿Pero en tu columna del periódico no comentaste nada de eso?
Yo.- No, porque como escribió Juan Villoro: “La salud del Papa o del Presidente les importa a sus seguidores y adversarios. La de un articulista no es noticia. De nada sirve saber que tuvo un cólico en este párrafo”.
A.- ¿De qué va tu columna de mañana?
Yo.- Tal vez aborde el tema de las elecciones internas de Morena.
A.- El desmadre y el desaseo que al PRD le costó años perfeccionar, los morenos lo lograron en su primera elección.
Yo.- También puede ser que escriba sobre Trump y su contagio de Covid-19.
A.- A propósito del Covid-19, te voy a decir lo que dijo nuestro amigo el médico Mauricio Rodríguez Álvarez, dice que debido al coronavirus los reaccionarios creyeron en la ciencia y los científicos creyeron en Dios.
Yo.- De repente sospecho que el contagio de Covid-19 de Trump y su rápida recuperación es puro cuento, ¿tú qué opinas?
A.- Creo que tu sospecha puede ser real, qué casualidad que sólo estuvo hospitalizado tres noches y salió sin fiebre y sin ningún síntoma. Ahora dice que es inmune.
Yo.- ¿Inmune? ¿A los 74 años?
A.- Es un viejo y la vejez, tú y yo lo sabemos, es una etapa muy dura.
Yo.- A mí no se me ha hecho dura.
A.- A mí tampoco, pero me refiero a la vida. La vejez es un período difícil donde la boca promete cosas que el cuerpo no puede cumplir.
Yo.- Volviendo a Trump, el sábado pasado hizo su aparición en un evento público y dijo sentirse “genial”.
A.- En nueve días se recuperó. Eso no se ha visto ni siquiera en pacientes jóvenes. Su rápida mejoría reafirma nuestras sospechas. Trump nunca tuvo Covid-19.
Yo.- Bueno, hay que considerar que con él los médicos recurrieron a todo tipo de medicación, inclusive al Regeneron, un cóctel experimental de anticuerpos; así como al antiviral Remdesivir y a la Dexametasona, estos dos son medicamentos para enfermos graves.
A.- Ah pues si los médicos pudieron curar a un vejestorio como Trump por qué no aplican el mismo remedio a los 2 millones 800,000 contagiados de coronavirus que tienen. Si esas medicinas las hubieran suministrado antes, no habrían fallecido 210,000 estadounidenses.
Yo.- Supongamos que Trump no se enfermó sino que hizo creer a la gente que estaba enfermo y que se alivió rápidamente. ¿Con qué objeto lo hizo?
A.- Como estrategia política. Porque, en términos generales, la sociedad estadounidense es una sociedad ignorante; cree que vive dentro de una película de Hollywood. Si el presidente se curó más rápido que nadie y, además resultó inmune, es un superhéroe: ¡votemos por él! El gringo promedio vive para trabajar y pagar todas las comodidades que lo rodean, pero no sabe de la vida la mitad. Para él lo que dice la tele es la neta del planeta y Donald Trump es un farsante capaz de recurrir a todo lo que le reditúe votos.
Yo.- Aquí cortamos la conversación porque mi esposa ha resultado tan exagerada con la pandemia que no me deja hablar por teléfono sin cubrebocas.

