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Opinión

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Entamoeba Morenolítica engulle el FPGC

El gobierno federal como si fuera una amiba -Entamoeba Morenolítica- engulle el Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos (FPGC), hoy llamado Fondo de Salud para el Bienestar, lo que ha provocado y provocará un daño severo a la salud y la vida de miles de mexicanos y de eso quiero comentarles estimados lectores.

La amiba -Entamoeba histolytica- es protozoo parásito que produce enfermedades en el ser humano, puede desarrollarse de manera asintomática y luego producen las infecciones invasivas que conducen a ulceraciones en el colon o abscesos en el hígado que pueden producir la muerte. Ocasionalmente, causan lesiones insospechadas como ocurrió en el primer caso mundial de amebiasis cutánea en una niña de 17 meses que publicamos hace 34 años.

Desde la llegada de Morena al Gobierno Federal, los funcionarios responsables del sistema de salud se han comportado como Entamoebas Morenolíticas, por inocencia, incompetencia, ignorancia o negligencia, engullendo y destruyendo los avances logrados en el sistema nacional de salud, de manera particular aquellos servicios dirigidos a la población más pobre del país, iniciando por la eliminación del Sistema de Protección Social en Salud, cuyo brazo operativo era el seguro popular, y luego creando el Instituto Nacional para el Bienestar, que a 10 meses de plenas funciones no ha emitido las disposiciones reglamentarias que establecerían los criterios necesarios para la organización, secuencia, alcances y progresividad de la prestación gratuita de los servicios de salud, medicamentos y demás insumos asociados.

Para fines de esta columna expongo lo ocurrido en 2019 en el FPGC a cargo de la Comisión Nacional de Protección Social en Salud con los datos reportados en su Informe de Resultados enero – diciembre 2019 y cuyo responsable fue el actual director del Instituto Nacional para el Bienestar (INSABI) Juan Ferrer. Les comento que el FPCG tenía el objetivo de apoyar el financiamiento de la atención principalmente de beneficiarios del otrora seguro popular (hoy INSABI) que sufrieran enfermedades de alto costo -66 vigentes- de las que provocan gastos catastróficos, con reglas de operación definidas y sin límites de anualidad presupuestal.

Compararé para demostrar la toxicidad de las Entamoebas morenolíticas el último año del presidente Peña Nieto (2018) con $10,909.03 millones de pesos y el primer año de López Obrador (2019) con $11,700.10 millones de pesos (7.25% más) que se agregaron al saldo disponible del FPCG al 31 de diciembre de 2018 que era de $93,888.7 millones de pesos, recursos estos provenientes de las reservas actuariales desde el año 2004. En suma, en 2019 tenían para ejercer $105,588.8 millones de pesos.

El monto de recursos validados del FPGC para el año 2018 fueron $ 7,670.7 millones de pesos y de $ 2,853.7 millones de pesos en 2019 (63% menos) y aquí empezamos ya mal, el primer seudópodo lítico no utiliza los recursos, solo los engulle.

En la tabla I muestro los Casos Pagados en los años 2018 y 2019, atendidos por los 392 prestadores de servicios acreditados por la Dirección General de Calidad a diciembre del 2019, siendo 94 de ellos unidades acreditadas para el tratamiento antirretroviral de continuidad para personas con VIH.

Como se puede apreciar en la tabla I, aparece el segundo seudópodo lítico, al afectar de manera directa a muchas mexicanas y mexicanos, que, padeciendo una enfermedad cubierta por el fondo, no se hizo. El número de casos pagados durante 2019 fue ínfimo en comparación con el año 2018, con excepción de los pacientes con VIH-SIDA, que fueron atendidos 4% más.

¿Cómo explicar -en ninguna parte del informe lo hacen- que solo pagaron el 7% de los casos de niñas y niños que requerían cuidados intensivos neonatales? ¿Solo el 11% de las pacientes esperadas con cáncer de mama, a propósito que este octubre es el mes de visibilizarlo? ¿Sólo 22 casos de cánceres de la infancia y la adolescencia y luego nos dicen que si están tratando los cánceres de niñas y niños? Y así podría seguir enumerando cada grupo de enfermedades.

¿Cómo terminaron el año 2019? Haciendo el “Guardadito” de $105,873.3 millones de pesos, para engullirlo ahora en el 2020 de dos maneras: aumentándolo sin atender las enfermedades y que aún no contabilizamos, pues a partir de enero, ya no hay garantía explícita de la atención de estas enfermedades por un lado, y por el otro, cargándolos en las espaldas de miles de familias que perdieron su patrimonio para ayudar a sus enfermos y quizá muchos de ellos fallecieron por falta del tratamiento como se ha documentado en los casos de cáncer infantil.

Por último, al leer usted esta columna, quizá la Entamoeba Morenolítica extendió su último pseudópodo, al extinguir los recursos del Fondo para el Bienestar en Salud, “para atender la salud”. ¿No les parece tóxico? ¿lítico? ¿Infame? ¿Criminal? A mí, sí.

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