Redadas en EU cobran factura a remesas, caen 16.2% anual

Las familias mexicanas beneficiadas por remesas recibieron 5,201 millones de dólares en junio, según información recabada por el Banco de México. 

El ingreso de remesas incorpora una caída de 16.2% respecto del flujo mensual de junio del año pasado, cuando ingresaron 6,206 millones de dólares, y se convierte en la mayor caída anual desde septiembre del 2012.

El director del foro de remesas en el Centro de Estudios Monetaria de Latinoamérica (Cemla), Jesús Cervantes González, y analistas de Banorte pusieron de relieve que esta nueva caída en el flujo anual de remesas se presentó en el contexto del endurecimiento de la política migratoria de Estados Unidos, cuando enviaron a la Guardia Nacional a hacer redadas en las ciudades que tradicionalmente emplean a inmigrantes mexicanos.

“Hay indicadores que muestran un debilitamiento en Estados Unidos del empleo de los trabajadores mexicanos inmigrantes. Ello puede estar respondiendo tanto a una autentica menor demanda por tales trabajadores como a una presencia irregular de ellos en sus lugares de trabajo ante el temor a ser deportados. Por otro lado, no se considera que las deportaciones estén afectando de manera significativa la oferta de trabajo, pero si por el temor de ser capturado y deportado”, explicó Cervantes González.

Las cifras del banco central muestran que las remesas ingresaron a través 12.7 millones de operaciones, esto es 1.2 millones menos que en mayo. Una disminución que puede evidenciar que menos personas están enviando remesas a México, explicó aparte el experto de BBVA, Juan José Li Ng. 

Asimismo se mostró que las 4.1 millones de familias beneficiadas recibieron en promedio de 409 dólares, la transferencia promedio más alta desde agosto del año pasado, cuando ascendió a 407 dólares.

Un semestre de incertidumbre

La información del Banxico muestra que entre enero y junio, los ingresos por remesas sumaron 29,576 millones de dólares, inferior a los 31,326 millones observados en el mismo lapso del 2024.

Este primer semestre reportado resulta el primero del gobierno de Donald Trump, quien se ha caracterizado por su política anti inmigrante.

De acuerdo con las cifras mensuales de esta primera mitad del año, se puede ver que sólo se han presentado aumentos mensuales en los envíos durante enero y marzo, mientras febrero, abril, mayo y junio quedaron como meses de caídas respecto a los mismos meses del 2024.

Los analistas de Banorte explicaron que este desempeño se presenta en un contexto de deterioro en el mercado laboral para los migrantes mexicanos.

Si ampliamos el registro de datos a los últimos 12 meses, esto desde julio del 2024 a junio de este año, se observa un flujo acumulado de 62,996 millones de dólares en remesas. Una cifra inferior al monto reportado en mayo pasado, de 64,002 millones de dólares.

Apreciación en contra

Las remesas son emitidas en dólares pero se reciben y gastan en México en pesos y su poder adquisitivo se contrajo en junio, impactado principalmente por el fortalecimiento del peso frente al dólar.

Con un peso que se fortaleció en 5.2% mensual, las remesas cayeron en 15.3% anual en términos reales, explicó desde Nueva York, el economista para América Latina en Goldman Sachs, Alberto Ramos, destacó que el poder de compra en pesos de las remesas dejó de ser significativo en junio.

Como Ramos, analistas de Banorte refirieron que la apreciación del peso frente al dólar redujo el monto captado de remesas en pesos mexicanos.

Riesgo de una caída mayor en los flujos de remesas, impacto en consumo

Existe el riesgo de que siga profundizándose la caída en los envíos de remesas en lo que resta del año, coincidieron economistas de Banorte; BBVA; Goldman Sachs y J.P. Morgan.

Señalaron que el ambiente de presión para los mexicanos indocumentados en Estados Unidos persistirá en la segunda parte del año, afectando la fluidez de los envíos. El experto de Goldman Sachs, Alberto Ramos, comentó que “las medidas contra el lavado de dinero pueden impactar el flujo”.

El economista senior de BBVA Research, Juan José Li Ng, recordó que desde su recuperación en el 2014, el flujo de remesas hacia México ha registrado una racha de 11 años consecutivos de crecimiento “que muy probablemente llegará a su fin en el 2025”.

Destacó que entre el 2013 y el 2024, las remesas aumentaron en términos nominales de 23,090 millones de dólares a 64,746 millones, es decir, casi se triplicaron.

“Este incremento resulta sorprendente si se considera que el volumen de migrantes mexicanos en Estados Unidos no ha cambiado significativamente, ya que desde el 2007 se mantiene en torno a los 12 millones”.

El economista para México en J.P. Morgan, Gabriel Lozano reconoció que en el banco pensaban que los migrantes adelantarían los envíos por el tema del impuesto a las remesa que no se dio y hoy se observa un riesgo de que haya una caída mayor. Desde su perspectiva es de esperarse un impacto negativo en el consumo de México si se materializa la disminución de las remesas.

Con él coincidió la directora de análisis económico en Banco Base, Gabriela Siller, quien observó que las remesas representan 5% del consumo en México y 3.5% del PIB, lo que considera contribuirá a desacelerar la actividad económica en este año.

De acuerdo con el director de la empresa especializada en consumo NIQ, Eduardo Ragasol, el constante flujo de remesas que persistió desde el 2020, alimentó la una burbuja de consumo que ayudó a mover a la economía.