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Sector Financiero

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Tasas y facilidades permitirán salir adelante a uniones de crédito: ConUnión

El principal reto para las Uniones de Crédito es que tengan la capacidad de enfrentar el riesgo principal de corto plazo que es la liquidez.

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Especial.

Patricia Ortega

Las Uniones de Crédito (UC) siempre han mostrado fortaleza en tiempos de crisis. Al conocer los ciclos económicos donde operan los socios, conocen el ciclo de generación de ingresos o la falta de éstos y en función de ello tienen la habilidad de captar préstamos de socios o la posibilidad de colocar financiamiento, así lo consideró Luis Morales, presidente del Consejo Mexicano de Uniones de Crédito (ConUnión).

“Históricamente ha sido una ventaja relevante para tiempos difíciles y esa es una de las razones por la que las UC han demostrado ser contracíclicas. Sin embargo, esta crisis en particular es diferente a las demás, y ahí es donde viene la parte delicada para todo el sistema financiero. Es un golpe tremendo que se está dando a nivel mundial, en esta ocasión, la dependencia de la dinámica económica en la cual se basan nuestros socios para generar ingresos y pagar sus financiamientos con las Uniones de Crédito está vulnerada”, mencionó quien también es el director de Unicco.

Insistió en que la pandemia en algún momento se va a controlar por cualquier medio y en un horizonte de tres o de cuatro meses, según las estadísticas, estaremos saliendo. “Sin embrago, es un golpe profundo generalizado, con efectos sin precedentes en la historia reciente, pero en un horizonte cercano, donde conocemos que la recuperación económica, que además deberá ser escalonada o paulatina, necesariamente va a ocupar de financiamiento, y las UC tendrán que estar ahí”, indicó.

Criterios de la CNBV

El pasado 1 de abril, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) presentó los Criterios Contables Especiales, frente a la contingencia Covid-19 , aplicables a diversas entidades financieras entre ellas, las UC.

Morales refirió que las UC se están adhiriendo como entidades reguladas a las facilidades que estableció el órgano regulador. “Lo que significa ofrecer a nuestra cartera crediticia comercial el diferimiento de los pagos a los que están obligados nuestros socios acreditados, por un periodo de cuatro meses”.

Lo que señala el documento es que las UC pueden ofrecerles a sus socios acreditados, diferir sus pagos con tres ventajas principales:

1) No afectar su calidad crediticia.

2) No tienen que crear estimaciones preventivas como lo harían de manera ordinaria, cuando un cliente se reestructura.

3) En un periodo que no puede ser superior al 29 de julio, a partir del 1 de abril, cuando se puede solicitar este periodo de gracia o de diferimiento de pago.

“Tienes en ese periodo la posibilidad de reestructurar con un plazo más largo los financiamientos que otorgaste respecto del crédito originalmente otorgado. Y eso significa que le puedes dar seis meses adicionales para que te pueda pagar en el tiempo, sin afectar las garantías originales y sin afectar la historia crediticia. Excepto, tratándose de créditos al sector agroindustrial, donde ahí se amplían las facilidades hasta 18 meses”, explicó Luis Morales, presidente de ConUnión.

“Eso significa que las UC debemos tener el impulso para conservar la caja fuerte y las disponibilidades fuertes, para así enfrentar nuestros compromisos del lado del pasivo, no obstante que, no vamos a tener la generación de ingresos del lado del activo”.

Ambiente con clientes

Explicó que los beneficios de los Criterios de la CNBV, los clientes lo están recibiendo con agrado y lo están teniendo como un paraguas de protección. “No lo están utilizando de manera inmediata, pero saben que existe la posibilidad de apoyo en caso de que la liquidez sea escasa y que su generación de flujo operativo o que la baja económica disminuya sensiblemente y al grado tal, que no les permita pagar sus pasivos.

“Algunos, lo están tomando de forma escalonada, para poderse adherir a este programa en el futuro inmediato. A lo mejor están pagando en abril, y se adhieren en mayo, o bien están pagando abril y mayo y se adhieren en junio”.

Tasas de interés

El nivel de las tasas no se ha movido a pesar de toda la volatilidad que hay en el mercado, el consenso de los analistas previene que aún vamos a estar viendo una disminución en los niveles de las tasas de referencia de corto plazo, consideró Morales.

“Una gran diferencia respecto a otras crisis, donde la tasa de financiamiento es sensiblemente menor a otras crisis de antes, a la de 1985 o a la del 2009 que son las más importantes que hemos tenido. Esa es la razón que nos anima a pensar en un escenario de tasas relativamente bajas y las facilidades administrativas que al respecto el regulador está ofreciendo, nos debería permitir, con más plazo, salir adelante”, expuso.

Explicó que es un problema que tiene que ver con la salud de las personas y con una incidencia importante en lo económico.

Observaciones con pandemia

Morales describió que se ha observado una desbordante demanda de crédito, que todas las entidades económicas y las personas con cierta capacidad de endeudamiento, “se voltearon a proteger los flujos de efectivo de sus negocios en marcha, o de su generación de ingresos y entonces, tratan de jalar todas las líneas de crédito disponibles.

“En cuestión de dos semanas a partir de que se declaró la pandemia el 12 de marzo por la OMS, teníamos una solicitud desmedida de financiamientos, pero ninguna entidad tiene capacidad para ello, ni los grandes bancos”.

Consideró que el apoyo debe ser recíproco, todos los fondeadores, háblese de la banca comercial y de la banca de desarrollo para el fondeo de las UC, el estímulo normativo y económico que la CNBV está dando, de tal modo que las entidades puedan crear su equilibrio de caja. “Así como dejo de recibir flujos de efectivo con ciertas ventajas para el acreditado, yo debo tener a su vez, las mismas ventajas con mis fondeadores, para que no haya un desequilibrio financiero y mi liquidez se extinga en el corto plazo”.

Explicó que en el caso de las UC, los préstamos de socios son la fuente de fondeo principal, la banca de desarrollo tiene una participación de 30% y ese porcentaje debe estar alineado con las ventajas normativas, financieras y crediticias que el órgano regulador ha ofrecido.

“Los retos serán diferentes después de esto, no sólo de liquidez sino de los riesgos de crédito por la capacidad de pago de las empresas que subsistan y las que subsistan cómo lo van a hacer, con qué capacidad de generación, hay que ajustar nuestros modelos de créditos a los plazos, y esquemas financieros que acomoden a la capacidad de pago de las pymes que están siendo severamente golpeadas por el entorno actual”, concluyó.

patricia.ortega@eleconomista.mx

Patricia Ortega

Coordinadora de Operación Editorial de Suplementos y Ediciones Especiales de El Economista. Licenciada en Economía por la Universidad Nacional Autónoma de México. Estudió una especialización en Periodismo Económico en la Universidad de Miami, auspiciada por la Fundación Reuters. Ganadora del premio por la "destacada cobertura en finanzas verdes", entregado por la BMV y el Consejo Consultivo de Finanzas Verdes. Ha sido analista de mercados, editora de finanzas y creadora de ranking de negocios, responsabilidad social y mercados, y ha trabajado en la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, Reforma, Excélsior, Mundo Ejecutivo, Expansión, Fortuna, Infosel y Economática.

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