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Mercado interno, clave para mejorar perfil crediticio: S&P
La agencia calificadora dijo que esto es necesario para que México pueda aspirar a subir su nota soberana, que actualmente es grado de inversión BBB .
Si México logra impulsar su mercado interno, el consumo y la demanda doméstica, estará en condiciones de acelerar su tasa de crecimiento y mejorar su perfil crediticio.
Éste es el diagnóstico que tiene Joydeep Muckherji, analista para México de la Calificadora de riesgo Standard & Poors.
En conferencia de prensa, destacó que al fortalecerse la demanda doméstica como motor de crecimiento, no sólo podría compensarse el menor flujo comercial hacia el exterior, sino que habría otras ventajas.
Más crecimiento da más inversión, genera más ingresos al gobierno, facilita desequilibrios más pequeños y mejora el perfil de deuda , observó.
Al abrir la conferencia anual de Standard & Poors, Muckherji estimó que si se logra impulsar al PIB hasta una tasa de 5 o 6% sostenido, estarían dadas las condiciones para reducir la falta de recursos públicos que padece el gobierno y que son una debilidad para el perfil financiero del país.
No obstante expuso que, resultado de la profunda recesión que sufrió el país en el 2009, la economía será incapaz de crecer a una tasa mayor al nivel máximo que alcanzó previo a la crisis, de 3%, al menos de aquí al cierre del sexenio.
Actualmente, la calificación soberana de México es BBB con perspectiva estable, tras haber sufrido el recorte de un peldaño en diciembre pasado, cuando todavía era BBB+ .
Recuperación gradual en estados
Pese al debilitamiento de la economía y la caída en los ingresos públicos, S&P sólo rebajó dos calificaciones a estados y municipios, sobre el universo de 65 que evalúa.
Esto es un avance que habla de las mejores condiciones financieras de los estados, de acuerdo con Luis Manuel Martínez, director de Estados y Municipios en la agencia.
Destacó que esperan una gradual recuperación de la calidad crediticia de las entidades, aunque no descartó que enfrentarán presiones para mantener sus presupuestos balanceados.
Menos participaciones
Evidenció que, consecuencia del menor flujo de participaciones federales, los estados y municipios sufrieron dificultades para conseguir financiamiento.
Se vio un debilitamiento generalizado, lo que implicó desbalances operativos y mayor presión. Vimos desequilibrios lo que implicó que tuvieron que financiarse con recursos propios, donde existía capacidad para hacerlo y un aumento en el nivel de endeudamiento que aumentó 20% para los estados y municipios , refirió.
ymorales@eleconomista.com.mx