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FCH vetaría reformas sobre comisiones en tarjetas de crédito
El presidente Felipe Calderón podría recurrir al veto de bolsillo para frenar las reformas que aprobó el Congreso para ordenar a los bancos reducir a la baja el cobro de comisiones por tarjetas de crédito, aseguran senadores del PRI y PRD.
El presidente Felipe Calderón podría recurrir al veto de bolsillo para frenar las reformas que aprobó el Congreso para ordenar a los bancos reducir a la baja el cobro de comisiones por tarjetas de crédito, aseguran senadores del PRI y PRD.
El pasado 11 de febrero la Cámara de Diputados completó el tramite legislativo que inicio el Senado el 21 de abril del 2009 sobre reformas que buscan frenar los actos de abusos por parte de los bancos comerciales en el cobro de comisiones a los usuarios por tarjetas de crédito.
En ese sentido, los secretarios de la Comisión de Hacienda del Senado, Tomás Torres (PRD) y Rogelio Rueda (PRI), coincidieron por separado en que han pasado casi dos meses de la aprobación de esas reforma, por lo que, el presidente Calderón podría recurrir al veto de bolsillo para frenar la entrada en vigor de esos cambios a las leyes que también ordenan al Banco de México a vigilar que las entidades financieras que otorgan préstamos o créditos sea en condiciones accesibles y razonables, y a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNVB) a sancionar económicamente a los bancos y funcionarios que cometan abusos.
Incluso, el senador Tomás Torres presentó el 9 de marzo pasado un punto de acuerdo para exhortar al presidente Calderón a publicar las reformas, a fin de que éstas entren en vigor.
Argumenta que en medio de la crisis que viven millones de mexicanos, bancos como BBVA Bancomer, Santander, HSBC y Scotiabank tuvieron utilidades por 39,155 millones de pesos en el país, lo cual representa el 10% de sus ganancias globales, según sus propios informes y datos de la CNBV.
Las ganancias son altas si se comparan con su inversión en México, la cual se observa a través del monto de sus activos, que ascienden a 2.2 billones de pesos, apenas 3.3% del valor de sus activos globales.
Los resultados no se explican un mejoramiento de las funciones de la banca en el otorgamiento del crédito bancario, sino por amplios márgenes entre tasas activas y pasivas, múltiples comisiones no justificadas a los usuarios de la banca en México. Una banca comercial desasociada de los requerimientos para el financiamiento del desarrollo nacional , afirma Torres Mercado.
Algunas de las medidas contempladas en la reforma confieren al Banco de México la facultad de veto de comisiones nuevas o del incremento de las existentes; ordena a los bancos ofrecer un producto básico en tarjeta de crédito, exento de toda comisión y con un monto máximo de crédito de 200 días de salario mínimo.
Eliminan cargos por uso de las cámaras de compensación, además que se les prohíbe a sus operadoras establecer barreras a la operación de otras cámaras, entre otras medidas.
jmonroy@eleconomista.com.mx
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