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BanBajio se ubicó al frente de los bancos medianos
La agencia calificadora Fitch señala que ha habido una consolidación gradual de estas instituciones en México, pues han aumentado su participación de mercado, presentan una morosidad controlada y mejoras en la rentabilidad.

banco banregio - sucursal banco banregio
La mayoría de los llamados bancos “medianos” que operan en el país también respondió con buenos resultados en el 2017, ello, en un año de alta volatilidad e incertidumbre, pero también de alzas en las tasas de interés.
Algunos bancos que encajan en esta categoría son: BanRegio, BanBajío, Interacciones, y Afirme, entre otros. Estos están, por número de activos, debajo de los siete más grandes, el llamado G7, integrado por BBVA Bancomer, Santander, Citibanamex, Banorte, HSBC, Scotiabank e Inbursa.
El banco de tamaño medio que mostró el mejor resultado en el 2017, hablando de utilidades, fue BanBajío, con sede en Guanajuato, con una ganancia, de acuerdo con cifras de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), de 3,915 millones de pesos, 1,670 millones más de lo registrado en el 2016. Aquí la cartera pasó de 127,218 millones a 146,168 millones en el periodo. La morosidad se ubicó en 0.81%, una de las más bajas.
Banco Azteca fue otro de los bancos de esta categoría que tuvo una utilidad importante al alcanzar 2,536 millones de pesos, 773 millones más que un año atrás. En el periodo la cartera pasó de 66,939 millones a los 75,931 millones.
BanRegio, por su parte, incrementó la utilidad de 2,396 millones de pesos a 2,751 millones en el 2017, es decir, 355 millones de pesos más. La cartera pasó en el periodo de 79,513 millones a 88,435 millones, y la morosidad se ubicó en 1.64 por ciento.
En tanto Interacciones, especializado en financiamiento de infraestructura de estados y municipios, y que está por fusionarse con Banorte, logró en el 2017 los 2,704 millones de pesos de utilidad, 297 millones más que en el 2016. En este lapso, la cartera creció de 115,034 millones a 116,788 millones de pesos. La morosidad está cercana a cero.
Bancoppel, otro de los llamados bancos tienda, alcanzó los 2,014 millones de pesos de utilidad, esto es 122 millones más que los 1,892 millones del 2016. Su cartera subió a los 19,835 millones, desde los 16,157 millones del año previo, aunque aquí la morosidad se ubicó en 12.56%, una de las más altas.
En otros bancos de esta categoría como Afirme, la utilidad pasó de 270 millones a 401 millones de pesos en el periodo; en Invex, de 682 millones a 740 millones; en Mifel de 837 millones a 890 millones; en Bansi de 252 millones a 285 millones; en Multiva de 485 millones a 528 millones y en Ve por Más de 158 millones a 245 millones.
Compartamos Banco, especializado en microfinanzas, fue uno que en el 2017 registró una baja en su utilidad de 3,119 millones de pesos en el 2016 a 2,486 millones, 633 millones menos. Ello, por una limpieza en la cartera.
LEJOS DEL G7
La utilidad de todos estos bancos de tamaño medio no se compara con los más de 114,000 millones de pesos que sumaron en el 2017 los siete bancos más grandes, 83% de los 137,700 millones totales que obtuvo el sector.
Sólo BBVA Bancomer sumó el año pasado una utilidad histórica de 39,143 millones de pesos, seguido de Banorte con 18,339 millones, Santander 17,644 millones y Citibanamex 16,630 millones. Inbursa también logró una ganancia importante de casi 13,000 millones de pesos.
La docena de estos bancos medianos suma 13.42% de los activos totales del sistema bancario mexicano; mientras que el llamado G7 concentra casi 80% de los activos.
Un reporte de Fitch Ratings del año pasado refiere que ha habido una consolidación gradual de los bancos medianos en México, pues han aumentado su participación de mercado, además de que hay una morosidad controlada y mejoras en la rentabilidad.
Con base en ello, la agencia destaca que, aunque los bancos medianos han mostrado crecimientos de cartera acelerados pero controlados en sectores específicos, estos seguirán buscando diversificar sus riesgos, dadas sus concentraciones altas de negocio y por cliente, y en algunos casos, por cambios regulatorios recientes como la Ley de Disciplina Financiera para estados y municipios y nuevos requerimientos de liquidez.
“Fitch prevé que, en cierta medida, éstos podrían expandirse de forma más agresiva a segmentos de créditos en los que no han sido tan activos”, finalizó.