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Dauahare anticipa su consignación
El ex subsecretario de la Defensa Nacional negó tener alguna clase de relación con los distintos cárteles del narcotráfico y dijo que, a lo largo de su trayectoria militar, sólo ocupó cargos administrativos.

A ocho días de que se cumpla el doble arraigo al que está sometido por la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) desde mayo para investigar presuntos nexos con el cártel de los Beltrán Leyva, el general en retiro y exsubsecretario de la Defensa Nacional, Tomás Ángeles Dauahare, prevé que será consignado ante un juzgado de Procesos Penales Federales sin que se le haya probado nada.
En entrevista telefónica con Carmen Aristegui, desde el Centro Nacional de Investigaciones Federales, donde se encuentra cumpliendo la medida cautelar de 80 días, el militar retirado descartó que el actual titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Guillermo Galván Galván, o el responsable de la SSP, Genaro García Luna, se encuentren detrás de su detención.
Negó en MVS Noticias haber sido parte de una conspiración que pretendía sustituir al general secretario Galván Galván en el cargo y refirió que la versión de que estaba enfermo surgió dentro del mismo Estado Mayor de la Sedena.
En una entrevista de casi de 30 minutos, Ángeles Dauahare abordó diferentes puntos: que estuvo sometido a una persecución y amenazas telefónicas, tal vez por personal de la Sedena, Procuraduría General de la República (PGR), Seguridad Pública federal (SSP) e incluso el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).
Afirmó que le fue congelada una cuenta de inversión de 5 millones de pesos, 20,000 en cheques y 1 millón que recibió por su retiro; también recordó que los testigos protegidos Iván Reyna, mayor del Ejército, Jennifer y Mateo le imputan que recibió 5 millones de dólares de Juan José Esparragoza Moreno y 500,000 dólares mensuales de los Beltrán Leyva.
Destacó que eso no se ha podido probar y que compitió para ser titular de la Sedena como establece los rangos y aclaró esto directamente a Galván Galván, que él no estuvo en la conspiración, que sería relevado por enfermedad y le advirtió que eso estaba surgiendo del propio Estado Mayor.
Recordó que fue intermediario para que el Ejército Popular Revolucionario, luego de los bombazos a Pemex, negociara con Guillermo Valdez, responsable del Cisen, lo que se logró al trasladar a los hijos del fundador de ese grupo de un penal de máxima seguridad a un Centro de Readaptación Social.
Rechazó, por falso, que haya mediado con líderes de los cárteles de la droga para frenar la violencia ni con Los Zetas ni con Pacíficos ni Golfos, ni Beltranes ni Mayos ni Arellanos, nada , porque simplemente no tenía injerencia ni con aspectos de inteligencia, ni de operaciones .
El exsubsecretario reiteró que no aspira a ser General Secretario, ni intervenir en la sucesión del próximo gobierno federal, a mí no me incluyan en ese juego , y dijo que desconoce por qué el general Roberto Dawe esté ligado a su caso, como tampoco del otro General en retiro y un Teniente Coronel que están en la misma situación.
Por último, exhortó a que trabajemos todos para poner fin a esta impunidad, es absurdo como desbaratan a cualquier persona, familia, amistades, porque si a mí me sucede, le puede ocurrir a cualquiera y me atrevo a decir que 60% de los que están en la cárcel es presunto culpable por testigos protegidos y el deseo de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada .
rtorres@eleconomista.com.mx