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Tesla vs BYD o china vs EU

Jorge A. Castañeda | Columna invitada
La disputa entre BYD y Tesla no es solo una pelea por dominar el mercado de vehículos eléctricos (EVs) y la electromovilidad, sino parte de la rivalidad económica que hoy define las relaciones entre China y Estados Unidos. La reciente caída en la acción de BYD y sus causas son un escaparate de esta competencia cada día más compleja. La automotriz china, líder global en EVs, enfrenta problemas serios que muestran lo dura que es la batalla comercial entre ambas potencias.
En la última semana, la acción de BYD ha caído casi 15% frente a su máximo histórico alcanzado el 23 de mayo. Las razones son varias. La automotriz china bajó de forma agresiva sus precios para ganar terreno en mercados clave como Europa y EU. Si bien esto aumentó el volumen de ventas, impactó de forma directa en sus márgenes y generó dudas sobre su viabilidad financiera. Además, recientemente el regulador chino convocó a BYD y a otros fabricantes para discutir la polémica venta de autos usados con cero kilometraje, aumentando la preocupación sobre si la empresa y otros productores chinos han inflado artificialmente sus cifras de ventas, lo que ha deteriorado la confianza de inversionistas y consumidores.
Pese a estos problemas, BYD aún mantiene una ventaja significativa sobre Tesla en términos de producción. Controla su cadena de suministro desde materias primas críticas, como el litio, hasta la fabricación de baterías y componentes clave. Esto no solo es una fortaleza industrial, sino también resultado del apoyo estratégico del gobierno chino, determinado a dominar la tecnología de EVs a nivel mundial.
Tesla ha vivido una montaña rusa el último año. Tras la victoria de Trump, su acción llegó a cotizarse en USD 488 a finales del año pasado, pero cayó a USD 215 este año. En el último mes, se ha recuperado y subido más de 25%, cerrando ayer en USD 359. Este crecimiento se debe, en parte, a su incursión en sectores como la robótica avanzada y la inteligencia artificial. La presentación de su robot Optimus y los rumores sobre una integración con xAI, la empresa de inteligencia artificial de Elon Musk, han incrementado las expectativas en torno a Tesla.
Además, la reciente distancia de Musk con el gobierno de Trump ha favorecido la imagen de Tesla, permitiéndole navegar mejor las complejas relaciones comerciales internacionales, especialmente en China, donde mantiene una presencia importante, aunque bajo estricta vigilancia regulatoria. Esta "guerra" comercial entre BYD y Tesla no ocurre en el vacío: es parte clave de la confrontación arancelaria entre Pekín y Washington. Mientras BYD enfrenta crecientes barreras para entrar a EU y Europa, Tesla aún goza de acceso relativamente favorable al mercado chino, aunque en un entorno cada vez más complicado.
Lo importante no es solo quién vende más EVs, sino cómo ambas empresas representan modelos económicos en competencia. China, con BYD, apuesta por una integración vertical masiva respaldada por el Estado: China Inc. EU, con Tesla, impulsa un modelo privado, dinámico y orientado hacia la innovación disruptiva típica de Sillicon Valley.
La competencia entre BYD y Tesla simboliza la lucha por el dominio económico global del siglo XXI. Las tensiones entre ambas empresas reflejan cómo las batallas comerciales actuales son apenas manifestaciones visibles de una rivalidad más profunda entre dos superpotencias. Queda por verse qué modelo prevalecerá, pero está claro que esta batalla es solo una más en la guerra económica entre China y Estados Unidos.

