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Opinión

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Sapos y pedradas

Cuando usamos el mismo instrumento para resolver? dos cosas al mismo tiempo, lo más probable es que?nos quedemos cortos en ambas.

Cuando empleamos una sola piedra para pegarle a dos sapos al mismo tiempo, difícilmente le pegaremos de lleno a cualquiera de ellos. Mientras más separados estén los sapos, más evidente es que necesitamos piedras distintas para cada uno.

Lo mismo pasa cuando se trata de resolver problemas públicos. Cuando usamos el mismo instrumento para resolver dos cosas a la vez, lo más probable es que nos quedemos cortos en ambas.

Esto sucedió con la prueba ENLACE. Inicialmente el objetivo era tener una prueba estandarizada de aplicación universal para medir el logro académico de los estudiantes.

Si el uso de la prueba se hubiera limitado a ése y sólo a ese objetivo, muy probablemente se hubiera alcanzado mejor y se hubieran evitado muchos de los conflictos que sistemáticamente pusieron en entredicho su pertinencia y validez.

Aunque la prueba ENLACE sea útil para repartir premios y castigos, esa utilidad es a costa de su utilidad como instrumento de medición.

Daniel Koretz, experto en evaluación educativa de Harvard, lleva 30 años estudiando los problemas y distorsiones que causa utilizar los resultados de pruebas estandarizadas para repartir incentivos.

Los sapos tienden a separarse cuando saben que les apuntan con la misma piedra.

Haber caído en la tentación de usar ENLACE para repartir premios y castigos afectó los incentivos. Si los maestros, las escuelas, los sindicatos, los gobiernos estatales y los funcionarios de la SEP saben que su dinero, reputación y permanencia dependen de lograr buenos resultados, harán lo imposible para obtenerlos.

La inflación de resultados, las trampas y la enseñanza centrada en la prueba son críticas comunes que se hacen a ENLACE. Esas críticas tienen muy poco que ver con las características de la prueba y mucho que ver con el uso que se le ha dado. Se juzgó la piedra por los cristales que se rompieron con ella.

Si nos concentramos en utilizar las evaluaciones sólo para ubicar el logro académico de los estudiantes y su progreso en el tiempo, podemos evitar mucha de la polémica y resistencia.

También podemos evitar contaminar los resultados de las evaluaciones y aprovecharlos para corregir deficiencias de manera directa.

Ojalá que a partir del 2014 haya el buen juicio de mantener el instrumento de evaluación de logro académico separado de los incentivos a maestros, escuelas y autoridades.

achacon@eleconomista.com.mx

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