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Opinión

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Nobel 2009: hay algo entre el Estado y el mercado

¿Cuál es la mejor manera de administrar un bosque o un lago? Elinor Ostrom ganó el Premio Nobel de Economía 2009 por encontrar la respuesta a esta pregunta tan sutil.

¿Cuál es la mejor manera de administrar un bosque o un lago? Elinor Ostrom ganó el Premio Nobel de Economía 2009 por encontrar la respuesta a esta pregunta tan sutil.

La mejor solución no está en la expropiación gubernamental ni en la privatización, sino en la propiedad colectiva, dice Ostrom.

Su eficacia económica está subestimada y la forma en que funciona está subestudiada , afirma esta mujer de 76 años, que se convirtió en la primera en recibir el Nobel de Economía.

Ostrom no estaba considerada entre las favoritas para el galardón. Su designación implica un mensaje político del Banco de Suecia, en un año en el que hay una avalancha de críticas contra el mercado y en el que algunos apuestan por el regreso del Estado como gran protagonista.

La dualidad gobierno versus empresas no agota todas las opciones. Es una forma de simplificar y los grandes temas requieren soluciones complejas.

Cooperación, confianza y diálogo son palabras recurrentes en los textos de Ostrom y aparecieron reiteradamente en su discurso de recepción del Nobel (disponible en el sitio de Internet de la Fundación Nobel; dura 27 minutos).

¿Cuáles son las formas de colaboración y trabajo en común que funcionan? Todos los casos exitosos implican reglas claras para los participantes; mecanismos adecuados de resolución de conflictos; sanciones graduales y una justa proporción entre las obligaciones de un individuo y sus beneficios por cumplir las reglas.

¿Por qué falla la explotación de un bien colectivo, como un lago rico en recursos pesqueros? Ostrom estudió a conciencia la zona de pesca de salmón de Maine, en la Costa Este de Estados Unidos. En la década de los 20, esa región estaba muy cerca del colapso por la sobreexplotación. Ahora es una de las más productivas de América del Norte.

El camino más directo al desastre comienza con los problemas de comunicación. Cuando los individuos toman decisiones sobre un bien común y no informan a los demás, viene la sobreexplotación y la desconfianza.

Otro aspecto crucial es la carencia de un sistema que permita medir y monitorear las actividades. Si no hay un inventario de los bienes en una zona, es imposible cuidarlos. Ostrom es una investigadora que se ha empeñado por entender la interacción entre política y economía. Destaca su desconfianza en el papel que puede y debe desempeñar el gobierno.

Durante cuatro décadas, ella ha realizado trabajo de campo en Asia, África y América Latina. Su conclusión es que lo ideal sería una participación mínima del gobierno. Una colectividad tiene capacidad para auto-organizarse y ser muy eficaz en la explotación de su principal fuente de riqueza en el largo plazo.

La principal ventaja de las comunidades propietarias es la cercanía y el conocimiento.

El nombre de Ostrom se asocia al concepto de gobernanza económica. Su trabajo es fundamental para explorar alternativas conceptuales y prácticas a la polarización estéril entre esas visiones que pregonan que sólo existe estatización o mercado sin control.

En el caso de México, sus enseñanzas pueden ser muy útiles para resolver el tema de la baja productividad del ejido y otras formas de propiedad colectiva.

En ellas está una parte sustancial de la riqueza nacional, que no hemos sabido explotar ni preservar.

El infierno es la verdad comprendida demasiado tarde, decía el filósofo inglés David Hume.

lmgonzalez@eleconomista.com.mx

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