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Las tijeras llegan a la avenida Juárez
La política de austeridad del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador está por alcanzar a una de las subsecretarías de Relaciones Exteriores.
El tamaño de la cobija se ha reducido, y una de las subsecretarías desaparecerá en el corto plazo. La lógica señalaría a la subsecretaría menos estratégica como la elegida para degradarla a una Dirección General.
El patrón que se ha seguido en el área diplomática cada vez que las tijeras del gasto público aparecen en la torre de la avenida Juárez, es el radio de influencia. Es decir, la distancia es lo que ha prevalecido para recortar el gasto. De esta manera, África es el área más olvidada por la diplomacia mexicana, mientras que a América del Norte se le suministra el 50% del presupuesto de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Para nadie resultará sorpresiva la próxima salida de Jesús Seade de la subsecretaría para América del Norte. Roberto Velasco llega a la Dirección General de América del Norte para permitirle a Seade concentrarse en su campaña global para contender por la dirección general de la Organización Mundial de Comercio.
La principal tarea de la subsecretaría para América del Norte es madurar los vínculos con los 50 consulados. En caso de que desapareciera dicha subsecretaría, en la superficie se vería acéfalo el vínculo, pero en realidad el presupuesto continuaría otorgando enorme relevancia a América del Norte.
En ocasiones, no todo lo que se observa es realidad; lo importante es seguir la huella del presupuesto.

