La ridícula versión saudita

El nuevo relato ofrecido el pasado jueves por Arabia Saudita sobre la muerte de Jamal Khashoggi fue impactante por su audacia.

Habiendo reconocido previamente que el periodista fue víctima de un asesinato premeditado, las autoridades de Riad volvieron a un viejo relato desacreditado: el Sr. Khashoggi fue asesinado de manera espontánea en el Consulado de Arabia Saudita en Estambul por un equipo cuya misión era llevarlo a Arabia Saudita.

Mientras informaba que 11 sospechosos habían sido acusados y que a cinco de ellos se les aplicaría la pena de muerte, un fiscal de Riad excusó no solo al príncipe heredero Mohammed bin Salman, el principal sospechoso del asesinato, sino también a dos de sus principales asesores.

Al ofrecer esta increíble historia, el régimen saudí está desafiando descaradamente al Congreso que pidió una investigación y, en su caso, la rendición de cuentas.

La administración Trump está lista para aceptar la historia saudí. La semana pasada anunció sanciones para 11 funcionarios sauditas sin tocar al príncipe heredero como a los principlaes miembros de la inteligencia saudí.

Aceptar la historia saudí significa ignorar una serie de pruebas bien documentadas, entre ellas, una grabación de audio de los últimos momentos de vida del Sr. Khashoggi, que los funcionarios turcos compartieron con la Directora de la CIA, Gina Haspel. El audio revela que el periodista fue atacado y estrangulado inmediatamente después de haber ingresado al consulado.

La administración Trump sólo ha tratado de encubrir a Mohammed bin Salman y a sancionar a personajes de segunda línea.

El conjunto de mentiras vertidas por Arabia Saudita solo sirve para señalar la necesidad de una investigación internacional verdaderamente independiente dirigida por las Naciones Unidas, como lo pidió el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía esta semana.

Las nuevas sanciones ni siquiera tocan al número dos de la inteligencia saudí, Sr. Ahmed al-Assiri, el funcionario que, según Riad, ordenó la misión de Khashoggi.