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Inteligencia artificial vs. estupidez artificial

La inteligencia artificial ha dejado de ser una mera promesa futurista para convertirse en una realidad que redefine la forma en la que interactuamos con el mundo y conducimos los negocios
Así como existe la inteligencia artificial (AI) también existe la estupidez artificial, lo anterior en contraparte o complemento a la inteligencia humana y la estupidez humana.
A pregunta expresa, una aplicación de AI indica que: “la estupidez artificial es una expresión humorística y creativa que se utiliza para contrastar con la IA. Sería lo opuesto humorístico a IA, donde los resultados son completamente inesperados y, a veces, absurdos. “Estupidez artificial” nos hace sonreír y recordar que incluso las máquinas pueden tener momentos tontos”.
La IA ha dejado de ser una mera promesa futurista para convertirse en una realidad que redefine la forma en la que interactuamos con el mundo y conducimos los negocios.
Es un lugar común hablar del potencial de la IA para solucionar diversas problemáticas, tanto de las ciencias, como de la convivencia y rutina humana. El derecho no es la excepción, muchos pregoneros de la IA la venden como solución a los problemas de la justicia.
En un conversatorio al respecto, escuché que ofrecen millonadas en salario a los abogados que conocen de legaltech o en materia de IA, lo cual no me consta. ¡No seguiría escribiendo!
Hoy no hay ningún avance tangible de IA que pueda indicarnos su aplicación concreta al derecho, por lo pronto, son meras conjeturas y predicciones de lo que puede hacerse.
Se rumora que en Argentina hay una herramienta que es capaz de elaborar sentencias, que se pueden extraer metadatos para hacer predecible el sentido de las sentencias, que se pueden hacer leyes perfectas sin antinomias, ni lagunas. Mucha habladuría y pocos resultados.
El campo del derecho es complejo para la AI, en México en pleno siglo XXI, no existen cabalmente procesos jurídicos en línea; es decir, el proceso más básico que es el intercambio de información electrónica y el expediente digital es una tarea pendiente.
Más aún no ha elaborado/consensuado una fórmula que indique como valorar las pruebas por parte de los jueces.
Siendo el derecho una tarea de apreciación de los jueces en la que no están claros dichos parámetros, la AI encuentra límites. ¿Cómo hacer que la IA entienda algo en lo que no se han puesto de acuerdo en la historia del derecho?
Querido lector, la IA como solución a la justicia parece lejana. La IA encuentra sus límites en la soberbia y estupidez humana. Hasta la próxima.
X: @ErosalesA

