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¿Hay señales de nerviosismo en los mercados?

En los mercados hay señales y cuando algunos precios empiezan a inflarse como globos, puede ser que tanto aire que reciben acabe por reventarlos.
Claro, hay algunos globos que tienen más margen de entrada de resistencia y que corren menos riesgos.
Pero si ese globo es como el mercado mexicano, hay que poner atención a que no se inflen de más, porque ahí están las púas financieras que ha colocado el gobierno de Andrés Manuel López Obrador con su elevado déficit y descomunal aumento de la deuda pública que pueden provocar que truene.
La impaciencia por saber hacia dónde apuntará la política monetaria de Estados Unidos hace que muchos inversionistas se pongan nerviosos.
Para muchos, tanta calma es señal de presagio de tormenta y algunos buscan refugios, como en el mercado del oro, cuyas presiones recientes muestran su calidad de ser un popular abrigo de los inversionistas.
Ese metal está en máximos históricos y durante los últimos días ha tenido un aumento en su precio considerable, de más de 12% en lo que va del año y en especial durante el último par de semanas.
No es que algunos perciban primero un terremoto, pero las señales apuntan a que la tensión crece y muchos prefieren ponerse a cubierto en esa clase de refugios tradicionales, por si las dudas.
También es cierto que ha crecido el número de bancos centrales que han aumentado sus reservas de oro y eso presiona los precios, pero lo visto durante los últimos días sí parece apuntar a un mayor nerviosismo.
Y lo que sucede cuando se perciben señales de miedo es que se contagian y pueden desatar profecías autocumplidas.
Vamos, la economía de Estados Unidos no muestra signos de debilidad, el proceso de desinflación se mantiene con altibajos, pero la falta de señales sobre el futuro de la política monetaria por parte de la Reserva Federal pone nerviosos a los participantes de los mercados.
Abramos sólo un espacio para conocer los datos de las nóminas no agrícolas de esta mañana.
Y por supuesto que están aquellos que sí son focos amarillos del mundo y que van desde Israel bombardeando intereses iraníes, Rusia y su invasión en territorio europeo, hasta Donald Trump y su amenaza de volver al poder.
Y cuando ese globo de incertidumbre se puede inflar en un mercado como el mexicano, que mantiene una moneda que cada vez más parece un instrumento especulativo y con un gobierno que arriesga las finanzas públicas para ganar las elecciones presidenciales, el peligro es mayor.
Con todo, México se mantiene dentro de un escenario de predictibilidad, no precisamente con un panorama optimista, pero al que se pueden adelantar las decisiones financieras antes de quedar atrapado.
Pero si se da una corrección repentina en los mercados del mundo es un hecho que uno de los primeros que acusaría recibo de una reacción de pánico podría ser el mercado mexicano.
Como sea, ahí está Bloomberg dando cuenta al mundo de cómo AMLO gasta como nunca en este proceso electoral.
Y por más que las mañaneras puedan durar más de tres horas, los inversionistas a lo que le hacen caso es a esas advertencias que se dan en el seno de los mercados financieros.
México se mantiene dentro de un escenario de predictibilidad, no precisamente con un panorama optimista, pero al que se pueden adelantar las decisiones financieras antes de quedar atrapado.

