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Ganadería campesina
Algunos analistas opinan que los campesinos constituyen un rezago en el desarrollo, pues en vez de la especialización, productividad y otros atributos de los agronegocios, estos sistemas están más orientados a la autosuficiencia y sostenibilidad, que a las necesidades de los mercados modernos.
Los sistemas campesinos incluyen animales domésticos, que sirven para aprovechar mejor los recursos y obtener más y mejores productos. Frecuentemente sirven también como un ahorro para resolver una necesidad económica.
Por ello se han multiplicado los programas de soporte social, en los cuales se ofrecen paquetes de algunas gallinas o borregas, por ejemplo.
Estos apoyos, sin embargo, mejoran su calidad de vida sólo en forma efímera, pues a menudo se trata de tipos raciales poco aptos al clima, dieta y manejo; se otorgan sin saber si el beneficiario tiene con qué alimentarlos y cuidarlos, sin asegurarse que tengan los conocimientos mínimos para su cuidado.
Esto último, el conocimiento pertinente es un factor crítico para el progreso de los sistemas campesinos, más importante que los subsidios o apoyos materiales.
Los campesinos comúnmente tienen o pueden conseguir animales y plantas adaptados al sistema y clima.
Sus conocimientos tradicionales les sirven para preservar el sistema y vivir de ello, pero no para mejorarlos y tener excedentes que mejoren sus ingresos y calidad de vida.
Los sistemas campesinos deben perdurar, seguir aportando a la preservación del ambiente y la diversidad genética con sus cultivos.
Para ello, sin embargo, deben modernizarse y contribuir a la necesidad creciente de alimentos con más producción y más dirigidos a las necesidades de los consumidores, como el mercado de orgánicos u otros que puedan atender competitivamente.
Otra vertiente de ganadería social es la empresarial en pequeña escala o familiar.
Para ello es necesario que trabajen con sistemas sostenibles, con una escala que permita una utilidad mayor al jornal que podrían ganar en la región, con bajo uso de insumos y alto uso de mano de obra.
Un ejemplo es el módulo de ovinocultura con que cuenta FIRA en su Centro de Desarrollo Tecnológico La Noria, ubicado en la Huasteca potosina, donde en 15 hectáreas se producirán 350 corderos al año con una utilidad de 250 pesos por cordero, lo cual genera el ingreso anual para sostener a una familia en esa región.
*Luis Fernando Iruegas Evaristo es especialista en Jefe del Centro de Desarrollo Tecnológico La Noria. La opinión es responsabilidad del autor y no necesariamente coincide con el punto de vista oficial de FIRA.
lfiruegas@fira.gob.mx