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Opinión

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El NAIM, comprometido con la integridad y la transparencia

La sociedad mexicana tiene una exigencia clara: transparencia. Y por eso en Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) nos planteamos hacer del nuevo aeropuerto el proyecto de infraestructura más abierto y transparente que se ha construido en México.

A la fecha, GACM ha comprometido recursos del orden de los 140,000 millones de pesos de los cuales 92% se han contratado a través de procesos de licitación pública. Desde el inicio nos propusimos llevarlos a cabo siguiendo las mejores prácticas internacionales, incluso bajo estándares más estrictos a los establecidos en nuestra ley mexicana. Para eso ha sido clave el acompañamiento de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos.

Además, somos el primer proyecto de infraestructura pública que utiliza el Estándar de Datos para las Contrataciones Abiertas, y hemos integrado una cadena de salvaguardas que van desde el diseño de las bases de licitación hasta los procesos de evaluación de propuestas y la transmisión en vivo de los fallos de adjudicación.

El análisis de propuestas se basa, de acuerdo con la Ley de Obra Pública, en las evaluaciones de las proposiciones económicas y técnicas de cada concursante, para las cuales se asignan puntos y porcentajes, así como una revisión exhaustiva de la solvencia de los postores y el cumplimiento de sus obligaciones fiscales y legales.

Por lo que hace a la evaluación técnica, el análisis está en manos de un grupo colegiado de más de 20 técnicos y especialistas de diversos equipos en donde participan representantes de la gerencia del proyecto (Parsons), el arquitecto maestro, Norman Foster, y Fernando Romero, el ingeniero civil maestro; Netherlands Airport Consultants, un panel de expertos y personal técnico de GACM, un testigo social y en un gran número de licitaciones contamos con el acompañamiento de la Secretaría de la Función Pública (SFP).

En este sentido, no hay decisiones unipersonales ni discrecionales. Los fallos de las licitaciones se ajustan escrupulosamente a lo estipulado en las convocatorias y las decisiones son tomadas por este grupo colegiado; se valoran los documentos con los cuales cada empresa constata su experiencia en obras similares; de manera exhaustiva y minuciosa se evalúa el procedimiento propuesto para llevar a cabo los trabajos, los materiales a emplearse, el plan de trabajo y en general todos los aspectos técnicos. El incumplimiento de algunos de estos requisitos puede ser causal de descalificación de acuerdo con las bases.

Por su parte, en la evaluación económica recibe la mayor puntuación la propuesta más baja, y las otras obtienen proporcionalmente una calificación conforme a su monto ofertado. Ésta es sumada a los puntos obtenidos en la parte técnica para tener a la empresa ganadora de una licitación. Si en todo el procedimiento las ofertas rebasan el tope presupuestario se descalifican de acuerdo a la normativa.

El acto de fallo en el que se da a conocer al ganador se transmite en vivo, se presentan los resultados de la evaluación de cada una de las propuestas y se dan a conocer los motivos o razones de las calificaciones, lo cual queda debidamente asentado en las actas correspondientes. Durante dicho proceso participan, entre otros, un testigo social, la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, un notario público y un representantes de la SFP.

En suma, el Nuevo Aeropuerto Internacional de México avanza con transparencia, siempre abiertos al escrutinio y supervisión de sus dueños, que somos todos los mexicanos.

*Director general de Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México.

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