A la globalización?le salen los defectos

El origen de muchos problemas actuales de la crisis económica mundial tiene su causa en la disociación entre las escalas de la economía y de la política. Las fuerzas económicas son globales y los poderes políticos, nacionales. Esto arrasa leyes y definiciones locales, haciendo de la globalización una fuerza nefasta y perturbadora, con ganadores y perdedores.

Conduce a que la política económica de los países se sustente en las bases normativas que establecen las instituciones financieras internacionales -entre otras, el Fondo Monetario Internacional-, que son manejadas por los países que ejercen el liderazgo en la política y economía mundiales. Definen y controlan las cuestiones fiscales y monetarias de todos los demás. Por tanto, los márgenes de maniobra son muy reducidos.

Por eso, resulta impresionante lo que sucede en Estados Unidos, uno de los líderes mas importantes del mundo y país que es determinante en el desarrollo económico de México, por su fuerte presencia en la inversión y comercio.

Hasta ahora, a Estados Unidos le iba bien en su recuperación del crecimiento económico, resultado de una política monetaria en favor del empleo. Pero ha surgido una fuerte oposición de la extrema derecha del Partido Republicano a todo logro gubernamental.

Rechazan la reforma sanitaria y han paralizado la administración federal, afectando los servicios públicos. Potencialmente, se puede llegar al caos. La economía lo resentiría y, con ello, todo el resto del mundo por la interdependencia económica, eje de la globalización.

Lo que ahora observamos en Estados Unidos y en Europa es una fuerte oposición de la extrema derecha a todo lo que signifique progreso social. Incluso hay intrincadas justificaciones para ocultar las abiertas intenciones. Por ejemplo, la coalición de conservadores y socialdemócratas que gobierna Holanda olvida que el Estado de Bienestar fue históricamente el resultado de una alianza entre demócratas cristianos y socialdemócratas.

Ahora proponen el debilitamiento del Estado en beneficio de una ideal sociedad civil como si fueran universos en conflicto. Ambos constituyen la esencia de la democracia. El Estado y la sociedad civil han permitido articular en los países democráticos, aunque sea parcialmente, los ideales de justicia y eficacia.

En general, ocurre que se están deteriorando los servicios sociales de los que la Alemania imperial fue pionera a finales del siglo XIX y que los gobiernos escandinavos del siglo XX consolidaron con éxito.

También se ha perdido la regulación del sistema financiero que venía del Nuevo Trato estadounidense, que logró controlar excesos.

Descuido notable es el avance rápido de la población y su consecuencia en recursos naturales limitados. Lo contrario significaría controlar de algún modo el cambio climático.

Ante la crisis económica mundial que viene del 2008, las instituciones internacionales todavía no encuentran la forma de romper los nudos para abrir una nueva etapa de desarrollo menos volátil y más sólido.

El momento histórico actual es muy complejo. Con todo, la apuesta para México es un nuevo desarrollo económico y social aprendiendo de nuestra historia y de la experiencia de otros.

emota_41@hotmail.com