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10 Consejos financieros para diseñar la vida que quieres (Parte 2 de 6)

El primer consejo financiero, del que hablamos en la primera parte, es tener claras nuestras prioridades y objetivos (tanto financieros, como en la vida). De lo contrario, estaremos navegando sin rumbo ni dirección. Seguimos:
2.-Conoce tu situación financiera hoy y monitorea su evolución.
Muchísima gente no conoce hoy, a ciencia cierta, cuál es su situación financiera. No sabe cuánto tiene, cuánto debe y cuál es el tamaño de su patrimonio. No sólo es importante conocerla, sino saber cómo evoluciona.
Esto te puede decir muchas cosas. Por ejemplo: ¿tu patrimonio está creciendo o decreciendo?, ¿por qué?, ¿tus deudas van disminuyendo?, ¿tienes suficiente liquidez para afrontar tus compromisos inmediatos?
Conocer tu situación financiera es muy fácil. Haces una lista con tus activos, es decir, todo lo que tienes (el saldo actual de tus cuentas de nómina, ahorros, inversiones, bienes raíces y otras posesiones de alto valor) y otra tus pasivos, (el saldo actual de tus deudas, como tarjetas de crédito, préstamos de nómina, de auto o hipotecario).
No consideres dentro de tus activos el valor de tu automóvil, a menos que haya un crédito relacionado. Aún así hay que tener cuidado: recuerda que es un bien que se deprecia, cuyo valor se va reduciendo con el tiempo. Si lo pones, te recomiendo que cada mes vayas a portales como Kavak o similar para calcular en cuánto te lo comprarían. Reduce ese valor en al menos 10%, porque la cotización inicial es el valor máximo si no tuviera ningún detalle ni desgaste en frenos y llantas.
El valor de tu patrimonio es simplemente lo que tienes menos lo que debes. A mucha gente le sale negativo, lamentablemente (tienen deudas, pero no ahorros ni inversiones). Eso ya te da una idea de que tu situación no es ideal. La única manera de salir adelante y aumentar tu patrimonio, es reducir tus pasivos e incrementar tus activos. En eso te debes enfocar.
Hoy en día hay apps y herramientas que te hacen este cálculo en tiempo real (aunque dependen de los valores que tú hayas ingresado) y te permiten ver, gráficamente, su evolución.
3.-Crea un plan de gastos.
Te lo voy a decir de una forma concreta y contundente: si tú no tomas el control de tu dinero, el dinero tomará control de ti. La herramienta que te permite hacerlo es el plan de gastos (algunos le llaman presupuesto, aunque el plan de gastos tiene algunas diferencias importantes).
La idea es muy simple: cada vez que te recibas un ingreso, en ese momento te sientas y te haces una sencilla pregunta: ¿Qué es lo que necesito que este dinero haga por mí, antes de que me vuelvan a pagar?, de esta manera le asignas a cada peso que ganas un trabajo.
Esto es fundamental: únicamente le asignas trabajos a dinero que ya recibiste, que ya entró, que ya tienes en mano. Así que si te pagan por quincena, tendrás que sentarte y hacer esto cada quincena.
¿Por qué hacerlo de esta manera? Porque te da una sensación de escasez y te obliga a priorizar. Es una metodología similar a la que seguían nuestros abuelos: a ellos les pagaban en efectivo y cuando llegaban a casa, dividían ese dinero en distintos sobres: tanto para la renta, tanto para la comida, esto para pagar la luz, etc.
Obviamente, para que un plan de gastos funcione, necesitas considerar también los gastos irregulares: aquellos que no ocurren cada mes, pero que sabes que vendrán. Como el pago del Predial, dentista, seguros, vacaciones, regreso a clases, entre muchos otros. Piensa: es mucho más fácil irlos pagando de poquito en poquito (reservar dinero cada mes) de tal manera que cuando se presenten, tengas el dinero para pagarlos sin causarte ningún desequilibrio, sin que te tengas que endeudar.
También es importante entender que la realidad nunca se da exactamente como la planeas. Por ejemplo: el recibo de luz puede que llegue más alto de lo que tú pensabas y habías asignado. Cuando eso pasa, tienes que ajustar tu plan de gastos (sacar dinero de otra categoría, como diversiones, para completar lo que te faltó y poder pagar tu recibo de luz). El plan de gastos es flexible: no está escrito en piedra y eso es clave para mantener control de tu dinero.
No te pierdas la siguiente entrega. Iniciaremos hablando del fondo para emergencias, que es clave para mantener la estabilidad financiera.

