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Sobre la reforma energética
La opinión generalizada es que la reforma propuesta es bienvenida, pero el entusiasmo, en especial entre las grandes compañías petroleras, parece mitigado por la presencia de contratos de utilidad compartida.
Algún colega me pregunta si vamos a escribir un documento para opinar sobre la recientemente propuesta reforma del sector de energía.
Pero, ¿qué más podemos decir? Después de leer una multiplicidad de artículos de análisis u opinión al respecto, me parece un asunto redundante.
Lamento decepcionar al lector, pero en este artículo no va a encontrar un dato adicional o una opinión diferente sobre el asunto; sólo intentaremos hacer un ejercicio de ubicación para ver qué pasos se siguen en un proceso que será largo y cuándo podríamos notar resultados realmente positivos.
La opinión generalizada es que la reforma propuesta es bienvenida, pero el entusiasmo, en especial entre las grandes compañías petroleras, parece mitigado por la presencia de contratos de utilidad compartida, un esquema que en general rechazan, en lugar de contratos en los que se especifique la propiedad de dichas compañías sobre una parte de los recursos que van a extraer, en este caso, petróleo y gas.
Se rumora que las autoridades están buscando darle la vuelta a este tecnicismo, al solicitar a la Comisión de Valores de Estados Unidos que las empresas puedan registrar las reservas en sus balances, de tal modo que reflejen el valor potencial de los campos en que inviertan.
Pensándolo con calma, hubiese sido muy atrevido proponer un esquema de contratos en los que la propiedad del petróleo fuera, de facto, de los inversionistas privados; políticamente, sería más complicada su venta.
Por ahora, debemos aceptar que es un paso importante en una dirección en la que no se había avanzado en décadas. Lo relevante son los cambios constitucionales, mismos que parecen no ser el foco de atención, lo cual puede ser una buena noticia. Otro punto a destacar es que se contempla también abrir la producción de electricidad a particulares, lo cual a la larga debería reducir el costo para las empresas y el bienestar de más familias.
Hasta ahí con las conclusiones. La diversidad de opiniones es bienvenida, pero francamente no entendemos cómo es que algunas corredurías añaden puntos porcentuales al PIB potencial incluso ya para el 2014, si ni siquiera la propuesta está aprobada. Algunos menos audaces aportan rangos de previsión para la inversión extranjera o el crecimiento del PIB que no aportan mucho tampoco.
Ciertamente, los mercados son volubles y reaccionan ante un posible cambio de dirección. Con el anuncio, tal cambio parece definitivo, pero su evolución será larga.
Vale la pena recordar la aprobación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Hubo muchos acuerdos de aperturas parciales posteriores, algunos una década después. Hubo también mucha desconfianza y al mero inicio de su vigencia nos sumimos (por otras causas) en una fuerte crisis financiera. Sólo con el paso de varios años se comenzó a ver la reestructura del sector manufacturero exportador, su crecimiento en importancia y su arraigo en muchas zonas del país. Difícilmente podremos encontrar a alguien que mencione que el tratado fue un fracaso hoy en día.
Con esta reforma, y con la fiscal que está por venir, podremos ver la respuesta de los mercados en sentido de comparar lo que se proponga, y al final se apruebe, con la expectativa que se habían planteado. Tendremos que ver que se pronuncien las empresas calificadoras que todo el tiempo han impuesto la ejecución de tales reformas como condición para una mejora de la calificación de deuda de México.
Posteriormente, nos tardaremos en ver que crezca la Inversión Extranjera Directa en el país y la inversión en general; eso puede tomar mucho más tiempo,y es en realidad la piedra de toque que juzgará si los cambios recientes fueron un éxito o un fracaso. El hecho es que, al parecer,no nos quedaba de otra y que por fin hemos actuado, aunque a los mercados no les llene el ojo. Hasta ahí nuestros comentarios. Paciencia.
*Rodolfo Campuzano Meza es director de Estrategia y Gestión de Portafolios de INVEX. Cualquier pregunta o comentario puede ser enviado al correo: perspectivas@invex.com. Twitter: @invexbanco