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Oferta pública inicial
Anivel internacional, una oferta pública accionaria puede capturar el interés y la imaginación no sólo de quienes participan en los mercados financieros, sino del público en general, como podemos corroborar con el IPO de Alibaba.

Anivel internacional, una oferta pública accionaria puede capturar el interés y la imaginación no sólo de quienes participan en los mercados financieros, sino del público en general, como podemos corroborar con el IPO de Alibaba, empresa china de comercio electrónico, que estima recaudar US$21,800 millones en los mercados accionarios y con ello alcanzar un valor de capitalización superior a los US$168 mil millones superior al valor de LinkedIn, eBay y Twitter juntos.
El mercado accionario es el puente natural que permite llevar a una empresa a las grandes ligas y en muchas ocasiones a rebasar fronteras y convertirse en una empresa multinacional. Sin el mercado accionario difícilmente podríamos explicar la escala y expansión global de Cemex, Maseca, Azteca, AMX o Bimbo. De hecho, gracias a este recurso invaluable, el mercado bursátil, Bimbo se ha convertido en la mayor empresa panificadora de América del Norte y para financiar su más reciente adquisición, Canada Bread, emitirá nuevas acciones a los mercados -se estima que ofrecerá el equivalente a US$800 millones para financiar gran parte de esta compra que representó una inversión por US1,600 millones-. Bimbo celebró su asamblea de accionistas que aprobará esta emisión accionaria.
Pero esta no es la única noticia reciente al respecto: la semana pasada, Hoteles Santa Fe (clave de cotización Hotel*) realizó un IPO por 75 millones de acciones, con el que recaudó el equivalente a US57 millones; no obstante, quienes participaron de la oferta han perdido 8% de su inversión (Signum Research recomendó no participar). En días recientes, tuvimos también noticia de las ofertas adicionales (follow on) de Fibra Macquarie (FibraMQ), Terrafina (Terra) y FibraShop (FShop).
El régimen legal que aplica a los fibras (fideicomisos para el financiamiento de bienes raíces) las obliga a pagar como dividendos a los tenedores de sus certificados bursátiles fiduciarios (conocidos como CBFIs) 95% del resultado fiscal del año previo, con lo que los recursos propios para solventar sus proyectos de inversión son muy limitados. Esto implica que los fibras sólo se pueden financiar a través de la emisión de deuda o de acciones.
Puesto que tanto FibraMQ como Terra ya se encuentran alrededor del límite del apalancamiento permitido (50% de los activos totales), la única forma que tienen de adquirir nuevas propiedades para renta es a través de una nueva emisión de CBFIs. En el caso de Macquarie, piensa emitir alrededor de US390 millones, mientras que Terrafina busca recaudar hasta US473 millones. Cabe añadir que estos dos fibras ofrecen los rendimientos por dividendos, dividend yield, más altos del mercado, con 7.5% y 8.7%, respectivamente. Mientras los recursos obtenidos por sus ofertas accionarias no sean destinados a proyectos de inversión, es probable que el rendimiento por dividendos disminuya temporalmente. Fibra Shop (FShop) podría emitir hasta US505 millones para financiar nuevas adquisiciones de centros comerciales, su especialidad. Tan sólo de estas cuatro ofertas estamos hablando de casi US2,200 millones en recursos frescos destinados a actividades productivas.
El año pasado tuvimos más de 20 ofertas públicas y se espera que en los próximos años nuevas empresas accedan a los mercados financieros a través de IPOs, especialmente en el sector de energía, cuya reciente apertura a la Iniciativa Privada propiciará empresas de tamaño considerable, con miles de empleados y valores de capitalización de cientos o miles de millones de dólares. Hablamos de actividades tan diversas como construcción de plataformas, exploración, explotación, transporte y distribución de hidrocarburos, así como en la generación de energía eléctrica. No nos extrañe que al paso de los años encontremos un sector energético bursátil constituido por más de diez empresas, quizá muchas más.
Para ello necesitamos un mercado accionario robusto, ésta es la puerta para que nuestras empresas accedan a las ligas globales y sean mucho más productivas. Nos preguntamos si el impuesto que entró en vigor este año a las ganancias en bolsa abona en este sentido. Difícilmente.
Héctor O. Romero es director general de Signum Research.