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Pobre inicio del G-20; fracasa TLC EU-Seúl
La Casa Blanca reconoció que las pláticas bilaterales fracasaron porque no fue posible superar los históricos desacuerdos que existen en torno del acceso estadounidense a los mercados automotriz y de la carne de Corea.
Seúl. En un poco favorable inicio de la Cumbre del Grupo de los 20, fracasaron las negociaciones de un Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y Corea del Sur, tras cuatro días de intensas pláticas, un retroceso para los líderes de ambas naciones, que buscaban propiciar otras pláticas sobre comercio global.
La Casa Blanca reconoció que las pláticas bilaterales fracasaron porque no fue posible superar los históricos desacuerdos que existen en torno del acceso estadounidense a los mercados automotriz y de la carne de Corea.
Para el presidente Obama, que está fundamentando su actual gira asiática, luego de la derrota electoral que sufrió la semana pasada en la creación de empleos y en cumplir la meta de poder duplicar exportaciones en cinco años, auspició un severo traspié, pues esto debilita su posición en la Cumbre, donde deberá enfrentar al poderío chino en materia de control de divisas.
Asimismo, Barack Obama se había comprometido a lograr dicho pacto antes de que finalizara la Cumbre.
Tras reunirse con el presidente de Corea del Sur, Lee Myung-bak, Obama dijo que ambos gobiernos pidieron a los negociadores seguir trabajando sin descanso en las próximas semanas para lograr un acuerdo, cosa que se veía bastante complicada.
Para muchos analistas, el fracaso ilustra las dificultades de Washington para aumentar las exportaciones utilizando pactos de libre comercio.
Enorme desilusión
Los representantes de la iniciativa privada que acompañan al Presidente estadounidense en la gira por el país asiático, algunos de los cuales, como fue el caso del presidente de la Cámara de Comercio, Thomas Donahue, que anticipaban la firma del pacto con Seúl, expresaron su enorme desilusión por el fracaso de las pláticas.
A su llegada a esta capital, Obama emitió un comunicado dirigido a los líderes del Grupo de los 20, en el que pidió la reanudación de la Ronda de Doha sobre la liberalización del comercio internacional.
El dilema, según analistas, detallaron que radica en cómo equilibrar la aspiración de mercados abiertos y normas laborales y ambientales adecuadas con las exigencias del mundo real en muchos países, que luchan contra un desempleo elevado, al tiempo que tratan de impulsar sus exportaciones como medida para generar empleo.
