8 momentos clave en el caso del impeachment de Brasil

Todo parece indicar que se avecina el fin del mandato del Partido de los Trabajadores(PT) en Brasil. Los 13 años que el partido de Dilma Rousseff ha gobernado el país sudamericano se encuentran en la puerta de salida a un día que empiece el juicio político contra la mandataria.

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Brasil pasó de ser una promesa económica en ascenso a hundirse en la peor crisis política y económica de su historia reciente, todo esto en la última década, marcada por enormes escándalos de corrupción.Una vez que pasó la euforia olímpica, la clase política brasileña se enfrentará en la última etapa del juicio de destitución contra la presidenta Dilma Rousseff, que probablemente acabe con su mandato y con más de 13 años de la izquierda en el poder, cuando inicie el juicio político el próximo jueves 25 de agosto.

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En el 2002 se dio lo inesperado, un obrero fue elegido como presidente del país. Durante sus dos mandatos consecutivos Luiz Inacio Lula da Silva se benefició de los efectos de la explosión de demanda por los commodities, que hizo que en 2010 Brasil creciera un impresionante 7.5%, en gran medida, gracias también a los programas sociales del gobierno de izquierda que sacaron de la pobreza a más de 40 millones de ciudadanos y llevaron el empleo a niveles récord. En el 2007, una descubrimiento de petróleo en aguas brasileñas ayudó a los señalamientos de que se estaba frente a una potencia en desarrollo.

Pese al aparente éxito venidero, Brasil tuvo que enfrentar la realidad: Con el modelo económico basado principalmente en el consumo interno, aunado a la desaceleración de China y la caída de los precios de materias primas, incluido el crudo, el país sudamericano empezó a padecer. Para el segundo trimestre de 2015, el gigante sudamericano presentó las peores estadísticas en 30 años: entró en recesión , las agencias calificadoras de riesgo bajaron la calificación del país, la economía se contrajo 3.8%, el desempleo cerró el año en 9% y la inflación se disparó hasta un 10.67 por ciento.

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Mientras Dilma Rousseff planeaba medidas de austeridad para contrarrestar la caída, desde el congreso se comenzó a gestar el impeachment. Acusada de manejar irregularmente las cuentas públicas, Rousseff se vio involucrada en un esquema de sobornos en la empresa estatal, Petrobras, desde donde presuntamente se desviaron más de 2,000 millones de dólares fuera de las cuentas de la petrolera hacia los bolsillos de políticos, empresarios y funcionarios. Aún sin pruebas concretas de la participación de Lula y Dilma en la red de sobornos, el caso alcanza busca entregar la cabeza de la presidenta.

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Presentamos 8 hechos clave de la crisis del mandato de Dilma Rousseff

1. Dilma en el centro de la polémica

Aunque Dilma no está acusada directamente por corrupción, sí enfrenta cargos por Obstrucción de la justicia. El juicio que enfrenta la mandataria se basa en que se utilizó la posición de privilegio para maquillar el déficit presupuestario, lo que según sus detractores agravó la crisis económica del país. Además cuando las investigaciones apuntaban a Lula, Rousseff incluyó al ex mandatario en su gabinete.

2. Dilma no pudo con la economía y se esfumó la aprobación que había dejado Lula

Como resultado de la caída económica, Dilma Rousseff perdió popularidad de manera estrepitosa. El proyecto político del PT no supo capitalizar el 87% de aprobación que dejó la tendencia del mandato de Lula en el 2010, y la mayor economía de América Latina se enfrentó a un combinado de alza de inflación, desempleo con deterioro de las cuentas públicas y recesión económica.

3. Los clamores contra la mandataria cayeron en oídos sordos

Durante la Copa Confederaciones en Río de Janeiro un año antes del Mundial de futbol (2013), millones de brasileños salieron a las calles para expresar su descontento por el deterioro de la economía, una llamada de alerta que según los involucrados fue dejado de lado por Rousseff. Para marzo del 2015, después de una reelección por un margen estrecho,, opositores convocaron varias protestas contra Rousseff. Un año después, el 13 de marzo del 2016 alrededor de tres millones de manifestantes gritaron en todo el país "¡Fuera Dilma!".

4. Abandonada políticamente

Tras el auge de la crisis política y social el mayor aliado del PT y de Dilma Rousseff, el PMDB rompe con el gobierno de Rousseff. La decisión genera una reacción en cadena de otras fuerzas aliadas. El vicepresidente que no había tenido muchos reflectores hasta ese momento, Michel Temer, acusó al gobierno de Dilma de tratarlo como si fuera "un Vicepresidente decorativo".

5. Comienza la persecución contra Lula

En marzo del 2016, el padrino político de Dilma, el ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010), fue detenido en su casa por la Policía y llevado para declarar sobre los supuestos vínculos con el caso de corrupción en Petrobras. Este hecho cimbró a la clase política y encendió la crisis política del país.

6. Rousseff busca incorporar a Lula a su gabinete

Rousseff designó el 16 de marzo a Lula como parte de su gabinete. Este hecho fue señalado por la clase política como una prueba inequívoca de que Rousseff buscaba librar al ex mandatario de la justicia ordinaria y de una eventual orden de prisión. Tras el nombramiento, uno de los jueces que investigaba el escándalo de Petrobras, Sergio Moro, filtró a la prensa una grabación de una conversación entre Rousseff y Lula, lo que animó el reclamo de la clase política.

7. El primer paso hacia la destitución

La madrugada del pasado miércoles 10 de agosto, se escribió un nuevo capítulo del impeachmet que enfrenta la primera mujer presidenta del país. Diputados y senadores aprobaron someter a Rousseff a un juicio de destitución, tras ser suspendida del cargo en mayo del 2016. El próximo jueves 25 de agosto se dará inicio a la última etapa del proceso en el Senado con el que se buscará presentar las pruebas necesarias par poner fin al mandato y el periodo de gobierno del PT. De seguir la tendencia que lleva el escándalo político de Brasil, Michel Temer, presidente interino, terminará el mandato en el cargo en el 2018, sin importar las acusaciones de la propia Rousseff que señala al ex vicepresidente de traidor y de gestar un golpe legislativo en su contra.

8. Rousseff se mantiene en la postura de evitar la renuncia

Dilma Rousseff aún niega categóricamente haber actuado ilegalmente y ha señalado que mandatarios previos han utilizado medidas contables similares. La presidenta acusa que detrás de esta persecución política se encuentra el plan de un "golpe de Estado" por parte de legisladores corruptos que quieren suplantarla para diluir una investigación sobre miles de millones de dólares en sobornos en la compañía petrolera estatal, Petrobras. Rousseff ha dicho de manera tajante que se niega a abandonar la presidencia y afirma que aún cuenta con el apoyo del respaldo de los 54 millones de votos con los que consiguió la reelección en el 2014.

Con información de AFP

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