La volatilidad vista por Gil Díaz

-- ¿Cuál es su opinión respecto de una posible recesión mundial?

La perspectiva de la economía internacional en este momento es preocupante. Se habla de un double dip, la doble zambullida . Esta segunda zambullida sería con esnórquel. Ya no va a ser con tanque de oxígeno, de manera que hay que preocuparse porque estamos bastante más debilitados que en el 2008, cuando fue la primera. Europa está enfrentando una problemática muy especial que implica coletazos para el resto del mundo porque es una economía gigantesca, importantísima para el mundo. Lo que se está viendo es que el diseño que se hizo del euro tiene muchas fallas, huecos. Una economía con tipo de cambio fijo, normalmente hay un diseño presupuestario que incluye el todo de la economía. Ahí había algunos compromisos que ni los países grandes, supuestamente responsables, respetaron en su totalidad, quizás eso dio pie a que algunos países de menor tamaño, de tamaño medio, tampoco lo hicieran. Por otro lado, tenemos que EU no logra salir de sus problemas de desempleo y de baja actividad económica. Tiene algunos brotes verdes, como se dice ahora, pero no son suficientes para impedir una percepción bastante negativa sobre el desempeño de la economía de EU. Todo eso tiene consecuencias para la economía mundial porque aunque algunas economías asiáticas: China e India van bien, pues el mundo es un todo relacionado y en algún momento, en lo que estamos observando, puede impactar los precios de las materias primas. Si esto ocurre también se van a observar problemas en América del Sur, que ha tenido un auge extraordinario debido a los altos precios de algunas materias primas.

-- Muchos analistas dicen que el lado positivo de una recesión en el mundo sería que se tomen medidas de fondo, para que comiencen a resolverse a profundidad los problemas que se tienen tanto en Europa como en EU, ¿esto también vale para México?

Es mejor anticiparse a los problemas y el problema en realidad ya lo tenemos, pero sin duda lo que estamos viendo nos obligará a considerar lo que podría suceder si no llevamos a cabo las reformas que necesitamos. Creo que las autoridades financieras están actuando de una manera impecable frente a la situación, pero dicho eso, también hace falta que empecemos a plantear los cambios que necesitamos para mejorar nuestra posición competitiva.

Cuando vemos lo que pasa en otros países conviene empezar a remojar nuestras barbas. En otros lados se están planteando la necesidad de emprender reformas en serio, nosotros también deberíamos hacerlo.

-- México mantiene una estabilidad macroeconómica, tiene reservas internacionales extraordinarias, pero necesita detonar el crecimiento económico, ¿cómo lograrlo?

Tenemos varias reformas que están en el horno y que se pueden procesar relativamente rápido. Por ejemplo, está la iniciativa del PRI de reforma laboral con la cual está de acuerdo el PAN, ¿por qué no sacar adelante esa reforma?

Le daría flexibilidad al mercado laboral, permitiría a la economía mejorar su productividad. El presidente Calderón también habló de una segunda etapa de reformas de segunda generación en materia energética, por ejemplo, ahí hay varias tareas pendientes, ¿por qué no permitir que la iniciativa privada invierta en mejorar las condiciones de costo de transporte de los hidrocarburos? Hay muchos cambios de ese tipo que pueden llevarse a cabo y no necesitan de grandes reformas constitucionales. No hace falta esperar al cambio de gobierno, ya están bastante analizados. Creo que es un momento oportuno para llevar a cabo estas reformas.

-- ¿Cuáles son las principales ventajas de México?

Vale la pena destacar la flexibilidad del tipo de cambio y la flexibilidad en nuestro mercado de capitales. Antes, cuando teníamos alguna problemática y los inversionistas residentes en el extranjero se querían llevar su dinero, les garantizábamos tasa de interés y tipo de cambio y hoy no les garantizamos nada. El que se lleva su dinero va a ver que el valor de los activos financieros que tiene aquí de repente pierde algo de su valor, pierde una parte de su principal y sufre algún impacto a través del tipo de cambio. Eso hace que sean muy cautelosos, muy cuidadosos y que no se den corridas sobre el peso.

Otra fortaleza tiene que ver con la mejora de nuestra competitividad en los últimos años. Se están creando los clúster, conjuntos especializados en cierto tipo de inversiones, por ejemplo aeroespacial y aeronáutica en Querétaro, con una especie de Silicon Valley en Guadalajara, un emporio automotriz industrial alrededor de Toluca y Saltillo, con una importante inversión de Ford en Hermosillo; en fin, tenemos en distintos lugares de la República ya concentraciones industriales. El DF es otro lugar con una producción académica de profesionistas de gran calidad y abundante, con una posición estratégica también para todo tipo de industria no contaminante.

-- Muchas personas en México piensan en Brasil como referente, usted mismo ha sido bastante elogioso de lo hecho por ellos, ¿qué podríamos aprender del caso brasileño?

Más que hablar de Brasil como modelo, porque es muy difícil trasplantar un modelo, vale la pena analizar aquellos aspectos de política pública que con Cardoso y con Lula se iniciaron y se mantuvieron.

Uno de los aspectos más relevantes es la forma como han transformado a Petrobras. Aquí Pemex se maneja dentro de un ámbito totalmente público, de derecho público, y Petrobras se maneja dentro de un ámbito de derecho privado. Aquí Pemex se maneja como una empresa del Estado y allá se maneja como una empresa de participación estatal. Aquí Pemex no coloca valores en la Bolsa, allá Petrobras sí lo hace. Aquí Pemex tiene un Consejo que responde a las designaciones por parte del Ejecutivo, allá el Consejo es un consejo empresarial que sí tiene una representación, una participación del gobierno, pero es un consejo con un enfoque totalmente empresarial. Es una empresa que ha desarrollado tecnología y que ha tenido la libertad para actuar. Aquí tenemos muy buenos técnicos en Pemex, muy buenos administradores, pero están dentro de la rigidez que es trabajar dentro del derecho público. Eso ha convertido a Petrobras en una empresa muy competitiva. Hay que destacar que eso ha sucedido con otras empresas que empezaron siendo del gobierno y que después se convirtieron en privadas o semiprivadas, tal como Embraer y otras, sólo hay que ver esa flexibilidad y esa forma de trabajar. Creemos que nuestra independencia o nuestra soberanía o nuestro nacionalismo se finca en tener una empresa que no tiene libertad para actuar, al contrario, se fincaría o se apoyaría más bien en que esa empresa pudiera ser como es Petrobras, un orgullo para Brasil, y que tuviera la posibilidad de explotar sus potencialidades, porque las tiene, sólo hay que darle oxígeno, libertad para que las pueda aprovechar.