Nuevamente la innovación

Una empresa esbelta tiene mayor movilidad y puede cambiar de dirección mucho más rápidamente

Comentaba yo la semana pasada en este espacio, que México es un país en el que prevalecen las microempresas, pues 95% de todas las unidades económicas pertenecen a este segmento.

Las implicaciones de esta realidad son diversas, destacando entre las más importantes la escasa especialización y casi nula capacidad de innovación con que cuentan, así como su baja contribución a la producción nacional, ubicándose una buena parte de ellas en el estrato de empresas de subsistencia, por las dificultades que enfrentan para sobrevivir.

Aunque aparentemente lo que se deriva de este hecho son fundamentalmente desventajas, parece haber algunas áreas de oportunidad que bien podrían ser aprovechadas, como el hecho de su complexión esbelta y la flexibilidad que eso conlleva.

Una empresa esbelta tiene mayor movilidad y puede cambiar de dirección mucho más rápidamente que sus congéneres más obesas. Esto significa que si encontráramos la manera de redireccionar de una mejor manera a estas empresas, los resultados podrían ser muy positivos.

En realidad, hay pocos factores tan importantes para insertar a una empresa por un camino más promisorio que la innovación. La innovación puede estar presente en cualquier sector, ya sea el comercial, industrial o de servicios, así como en cualquier giro en que se ubique la empresa.

Tampoco importa el tamaño de la misma, micro, pequeñas, medianas y grandes empresas, todas tienen posibilidad de innovar. La innovación organizacional, en mercados, en procesos y en negocios, aplica para las empresas comerciales, industriales y de servicios por igual, mientras que la innovación en producto aplica sobre todo para las empresas industriales y para algunas de servicios.

Podría decirse que la innovación más difícil de alcanzar por parte de las microempresas es la tecnológica, pues su poca especialización se los impide.

Sin embargo, el Programa Nacional de Emprendedores de la Secretaría de Economía tiene precisamente entre sus objetivos, promover que cada día haya en el país un creciente número de emprendedores de mayor especialización y de ser posible, de base tecnológica, capaces de crear microempresas de gran futuro y alto valor agregado.

En realidad, la diferencia con otros países más desarrollados es fundamentalmente ésa, los emprendedores de allá, han mostrado tradicionalmente mayor capacidad de generar empresas con base tecnológica y de alto valor agregado, las cuales obviamente con el tiempo tienen más posibilidades de crecimiento acelerado.

En México, estamos avanzando en ese camino, aunque todavía nos hace falta un buen trecho por recorrer, pues el tema del capital de riesgo, tan común y disponible en otras latitudes, se encuentra sumamente limitado en México.

Entonces, podemos actuar en la preparación de mejores emprendedores que, al momento de crear nuevas microempresas, tengan mayores posibilidades de sobrevivencia y más aún, de alto crecimiento en el futuro, gracias a una mayor especialización inicial.

Por el otro, debemos consolidar los programas de apoyo a las microempresas pero brindándoles, sobre todo, capacidad de innovar. Si lo hacemos, más pronto que tarde estaremos entrando en una nueva dinámica de crecimiento compatible con nuestra realidad y sacando provecho de ella.