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Economía

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Puerto Rico y la crisis económica de la indefinición

La decisión del Congreso de EU en el 2006 de revocar la exención fiscal, de la cual gozaban las empresas nacionales que invertían en Puerto Rico, provocó que muchas empresas abandonaran la isla.

Con una deuda a cuestas de alrededor de 73,000 millones de dólares, que representa más de 105% de sus ingresos como Estado, la peor estadística de desempleo en la última década y una creciente tasa de migración entre los jóvenes, Puerto Rico se enfrenta a las consecuencia de años de indefinición entre la autonomía o la completa anexión estadounidense.

La decisión del Congreso estadounidense en el 2006 de revocar la exención fiscal de la cual gozaban las empresas nacionales que invertían en Puerto Rico (principalmente dedicadas a la manufactura) provocó que muchas abandonaran la isla, lo que significó el inicio del detrimento vertiginoso del empleo y la economía local, creando una bomba de tiempo.

El investigador y catedrático de la Universidad de Puerto Rico, José Javier Colón Morera, precisa en entrevista vía telefónica que además de la decisión de Washington, el gobierno de Puerto Rico ha contribuido al utilizar el financiamiento destinado a la ampliación de la infraestructura en gasto corriente. Durante años se sobrestimaron los ingresos y se subestimaron los egresos .

El Senado de Puerto Rico aprobó a inicios de abril una ley de moratoria que permite al Banco Gubernamental de Fomento (BGF) declarar el impago de la deuda pública.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, declaró que se tiene que poner orden al caos , en referencia a Puerto Rico.

Lo que se supondría sería una votación, propuesta por los mismos republicanos, para crear una junta de control financiera en la isla, que permitiría hacer los recortes necesarios en las arcas públicas para afrontar la deuda, no tuvo apoyo y fue cancelada.

Ryan y otros republicanos han declarado que se buscará una solución a la deuda de Puerto Rico; no obstante, han enfatizado que por ningún motivo serán los contribuyentes estadounidenses quienes la paguen.

El gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, así como el parlamento han tratado en reiteradas ocasiones de impulsar una reforma en Washington que permita a los puertorriqueños acogerse al capítulo 9 de la Ley de Quiebras federal de Estados Unidos.

Esta ley permitió a ciudades como Detroit en el 2013 obtener fondos federales para solventar su deuda pública, de alrededor de 18,500 millones de dólares, la mayor deuda municipal de la historia estadounidense, una cuarta parte de la deuda puertorriqueña.

Las consecuencias ?de la libre asociación

La primera vez que Puerto Rico entró en mora con sus acreedores, concentrados en su mayoría en la firma de inversionistas Oppenheimer Found, fue en agosto del 2015.

La negativa del gobierno de Alejandro García Padilla de pagar 58 millones de dólares en aquel entonces fue calificada por la firma como una táctica política más que una razón económica, ante la posibilidad de recortes al sector educativo y de salud, entre otros, naturalmente impopulares entre la población.

Colón Morera define a la isla como un territorio perteneciente a Estados Unidos pero no integrado . En otras palabras, la Constitución estadounidense y muchas de las leyes financieras no tienen jurisprudencia dentro de Puerto Rico, situación que exime a la superpotencia de financiar a la isla en tiempos de crisis.

El interés del gobierno estadounidense de mantener a Puerto Rico como un Estado Libre Asociado (ELA) pasa por la presencia militar que desea tener en la zona del Caribe, mas no tener que integrar a un Estado más. El hecho es que hay cierto componente de racismo en las decisiones de Washington. No olvidemos que a diferencia de los estados federados, a nosotros nos ven constantemente como productores de droga y un nicho de violencia , asevera Colón Morera.

Miles de puertorriqueños han empezado a migrar, principalmente a Florida, en respuesta a la contracción de la economía y la falta de empleo en la isla.

La población en Puerto Rico emigra por mejores condiciones de vida, lo que en cierto modo también complica el tema de la deuda, sobre todo si se comprende que el sector de la población que deja la isla en mayor cantidad son los jóvenes. Conforme más migración hay, se hace más obvio que Puerto Rico no tendrá los recursos para crecer , menciona, al tiempo que aclara que los recortes a la inversión en el sistema educativo de Puerto Rico se pueden convertir en un factor que agrave la situación.

Desempleo entre jóvenes

El nivel de desempleo en la isla caribeña se ha incrementado paulatinamente desde el 2007. La crisis ha provocado que se perdieran, de febrero de aquel año al mismo periodo del 2016, alrededor de 134,000 empleos, según datos BGF.

De marzo del 2015 al mismo periodo del 2016 se ha visto una precaria recuperación en el empleo: se han creado alrededor de 8,000 nuevos puestos de trabajo.

La tasa de desempleados se ubicó en marzo en 11.8%, según estadísticas del gobierno de Puerto Rico, La Fortaleza y el Departamento del Trabajo y Recursos Humanos.

Estas cifras siguen muy lejos de EU, donde la tasa de desempleo nacional ronda 5.0% de la población, dos veces menos que en la isla. Un incentivo más para que los puertorriqueños migren.

Puerto Rico pierde competitividad; el aislamiento al cual ha sido sometido por su estatus político es parte de las causas por las cuales la deuda se ha incrementado. Se tiene que voltear a Latinoamérica, no podemos salir de la crisis sin eso, recordemos que nunca se ha tenido ni un segundo de autonomía: después de España vino EU , indicó Colón Morera.

En el informe A Way Forward (Un camino que seguir), presentado en junio del año pasado, la exjefa del Banco Mundial (BM), Anne O. Krueger, junto a dos economistas más precisan que para que Puerto Rico salga de la difícil coyuntura económica es necesario bajar el salario mínimo, que en la isla es de 7.25 dólares la hora, igual que el mínimo federal en EU, además de la reducción del déficit fiscal, entre otras acciones.

El reto que se avecina para Puerto Rico pasa principalmente por lo económico; el próximo 1 de mayo el gobierno tendrá que abonar a sus acreedores 422 millones de dólares y 700 más en junio.

No obstante, la encrucijada por la que su población atraviesa migrar por un mejor futuro o quedarse en la isla definirá el futuro de la nación. La decisión histórica por la cual atraviesan los puertorriqueños la anexión estadounidense o la completa autonomía se postergará hasta que Washington decida poner entre sus prioridades a la isla.

valores@eleconomista.com.mx

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