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Alza en tasa del Banxico pondrá presión a finanzas las públicas: CIEP
Según estimaciones del CIEP el incremento en los réditos llevaría al servicio de la deuda a 3.1% del PIB.
En caso de que la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decida elevar la tasa de interés de referencia de 7.25 a 7.50%, se tendrá un impacto sobre el costo financiero de la deuda, el cual podría elevarse y ubicarse en 3.1% del Producto Interno Bruto (PIB) al cierre del 2018, estimó Héctor Villarreal, director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
“Si se estimaba que el servicio de la deuda representara entre 2.8 o 2.9% del PIB para el cierre del 2018, con el incremento en las tasas de interés por parte de Banxico, este costo podría crecer entre 3 o 4 décimas del PIB”, dijo en entrevista.
Explicó que, ante la normalización de la política monetaria en Estados Unidos y otros países del mundo, para México al menos en la deuda de corto plazo, sobre todo en los papeles gubernamentales que se tienen a 28 y a 90 días, va a representar un impacto.
Reconoció que durante el 2017, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público hizo un buen manejo sobre el refinanciamiento de la deuda, pues ello permitió adelantar el pago de intereses a un nivel más bajo.
De acuerdo con información de los Criterios Generales de Política Económica del 2018, el costo financiero de la deuda absorberá del Presupuesto de Egresos de la Federación 663,479.8 millones de pesos, 9.7% mayor a lo que se aprobó en el 2017.
En el 2013, el primer año de gobierno de Enrique Peña Nieto, el pago de intereses, amortizaciones y comisiones de la deuda se estimó en 1.9% del PIB; en el 2014 fue de 2%; en el 2015 de 2.5%, y en el 2016 de 2.8% del PIB.
INFLACIÓN CEDE
Villarreal comentó que, ante una expectativa de que la inflación se empiece a ubicar entre 4 y 4.25%, el banco central elevará el día de hoy las tasas de interés, pero no proyecta que lleguen hasta 8 por ciento.
“No creo que vayamos a ver una tasa de interés de 8%, pero tampoco veo cercano que se vayan a reducir (mucho) los niveles actuales”, acotó.
Con el actual gobernador del Banxico, Alejandro Díaz de León, la tasa de interés se elevó de 7 a 7.25% en diciembre pasado. Si se incrementan el día de hoy sería la segunda vez bajo el mando de Díaz de León que se eleva la tasa de referencia.
“Una tasa de interés que se va a incrementar hasta 300 puntos base todavía es muy generosa (...) yo creo que el Banxico va a trata de aguantarlas porque la inflación ya empieza a bajar”, abundó el director del CIEP.
FAVORECERÍA AL TIPO DE CAMBIO
Por su parte, Ernesto O’Farril, presidente de Bursamétrica agregó que el Banxico no busca tener grandes riesgos, pues, si bien la inflación está cediendo, es probable que en la segunda quincena de enero sea más alta que en la primera, por lo que sí buscará subir las tasas de interés.
Consideró que el efecto de subir la tasa, previo a lo que decida la Reserva Federal de Estados Unidos en marzo, es que se tenga una apreciación del tipo de cambio del peso frente al dólar.
“Esto podría ayudar a reducir el costo del servicio de la deuda que se tiene en el exterior, pero tenemos dos panoramas de incertidumbre que son muy fuertes en los siguientes meses: las elecciones presidenciales y la (aplicación) de la reforma fiscal de Estados Unidos”, agregó.
PRESIÓN A LAS FINANZAS PÚBLICAS
O’Farril expuso que el costo financiero de la deuda sí representa una presión a las finanzas públicas del país, pues tan sólo en el 2017 se destinaron 533,351 millones de pesos, el monto más alto que se haya pagado desde 1990.
“Este monto puede incrementarse ante la posibilidad de que existan nuevos incrementos en las tasas de interés tanto por parte del Banco de México como por la Reserva Federal”, expuso en otro momento al hablar sobre el tema.
Recordó que es indispensable que, para el cierre de este año, el gobierno se esfuerce por lograr un superávit primario y reducir el nivel de deuda, ya que incurrir en un mayor déficit sería una mala señal para las agencias calificadoras, las cuales apenas hace unos meses cambiaron su perspectiva sobre la nota soberana de México de Negativa a Positiva.
