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Ay Jalisco, no te rajes: La fuerza cultural detrás de los destilados del occidente mexicano

El Museo del Tequila y el Mezcal se convirtió en epicentro de la diversidad biocultural de Jalisco, reuniendo a productores, académicos y amantes de los destilados en una celebración sin precedentes.
Durante tres días, la Ciudad de México se llenó del espíritu de Jalisco. En el corazón de Garibaldi, el Museo del Tequila y el Mezcal albergó la primera edición del Festival “Ay Jalisco, No Te Rajes”, un encuentro dedicado a la historia, la ciencia y el valor cultural de los destilados artesanales del occidente mexicano.
El objetivo del festival fue mostrar que Jalisco es mucho más que tequila. A través de degustaciones, conferencias y mesas de diálogo, el público descubrió otras expresiones como la raicilla, el vino mezcal, el vino de barranca y el vino de sierra, bebidas que revelan el alma diversa del estado.
Productores emblemáticos como Tequila Cascahuin, Mezcal Chacolo, Tuxca Canoitas y Raicilla de la Cota K’umché llevaron la voz de sus comunidades, compartiendo procesos ancestrales y saberes transmitidos por generaciones.

Ay Jalisco no te rajes
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El programa académico fue uno de los pilares del evento. Expertos como Carlos Lucio (Sello Verde, Corredor Biológico Sur de Jalisco), Dánae Cabrera Toledo y Pablo Carrillo presentaron investigaciones sobre los destilados artesanales del occidente y sur del país.
Además, Jorge Quiroz y Salvador Galindo compartieron su libro Habemus Raicilla, mientras Pedro Jiménez G., de Mezonte, presentó el Mapa de Diversidad Biocultural de los Destilados de Jalisco, reafirmando la necesidad de proteger y documentar este patrimonio líquido.

Ay Jalisco, No Te Rajes: la fuerza cultural detrás de los destilados del occidente mexicano
Encuentro de saberes y sabores
El festival no solo fue académico: también fue una fiesta sensorial. Ya que se ofreció una mesa de degustación con destilados únicos provenientes de distintas comunidades, mientras Editorial Larousse sumó un acervo especializado en cocina mexicana, tequila y mezcal. La jornada permitió crear redes entre productores, distribuidores y centros de consumo, impulsando la economía de pequeños proyectos locales.
Con su primera edición, “Ay Jalisco, No Te Rajes” se consolidó como un punto de encuentro imprescindible para quienes buscan entender la identidad líquida del país: una que mezcla territorio, oficio y resistencia cultural. El festival logró reunir a productores, investigadores, distribuidores y consumidores en torno a una misma causa: preservar la diversidad de los destilados mexicanos.



