Buscar
Arte e Ideas

Lectura 4:00 min

OFFF: motivación con poco método

Las ideas están en el aire y quizá por eso todo lo que se escuchó en OFFF suena bonito, pero vago.

main image

Quizá tiene sentido. Si vas a arrojarte a crear algo de la nada, algo totalmente nuevo, mejor que vayas motivado. Esa pareció ser la filosofía detrás de cada orador (suena tan formal esa palabra, las charlas fueron desenfadas y divertidas) del Festival OFFF, que se realizó el fin de semana pasado.

Lo más importante es que se la crean , dice Josué Ibáñez, el director del festival, sobre su público, sobre todo compuesto de jóvenes. Que se la crean, que en México el mercado tiene todavía nichos por llenar, de oportunidades.

OFFF nació en España hace 13 años y llegó a México hace tres. Esta tercera edición es, a la fecha, la más grande que se ha hecho en nuestro país. Héctor Ayuso, fundador español del concepto, dice que aunque el festival tiene ya varias versiones alrededor del mundo, México es la verdadera segunda casa de OFFF. Se nota: buena organización, un escenario muy lindo e invitados interesantes, entre los cuales el más destacado fue Perry Chen, fundador de la plataforma Kickstarter, la más exitosa de las llamadas fondeadoras o centros de crowdfounding.

Sin embargo, la parte débil de OFFF México son los contenidos. Son sobre todo motivacionales, poco método. Eso sí: muy entretenidas. Se nota que cada uno de los conferencistas es un artista en lo suyo, la mayoría son diseñadores con visiones alucinantes de lo que se puede hacer con una idea (o sin ella) y toneladas de imaginación.

NO SE PUEDE CREAR EN?UN LUGAR ABURRIDO

Aunque en los dos días de la fiesta hubo muchos invitados (estuvieron, por ejemplo, los creadores de secuencia de apertura de la serie True Blood, la apertura favorita de toda la televisión de quien escribe), destaca la charla de Perry Chen, de Kickstarter, porque, bueno, él de verdad la hizo. Su plataforma es un homerun. ¿Cómo se le ocurrió la idea? ¿Cómo se logra un éxito de ese tamaño?

En realidad, fue un proceso largo, de siete años. Chen no sabía codificar, no tenía los conocimientos técnicos para hacer una página de Internet. Sólo tenía una idea: si tu proyecto es bueno, pensó, la gente estaría dispuesta a darte dinero para que lo hagas. De eso se trata el crowdfunding. Una idea no de 1 millón de dólares, sino de varios miles de millones.

Chen sobre todo estaba dedicado a la música, vivía el crack de la industria discográfica y en vez de lamentarse, creó de la nada una solución. Tienes que dejar que la idea fluya, tienes que sentir pasión por ella. Pregúntate si la harías aunque no te pagaran , dice Chen sobre cómo hacer despegar un sueño. El más grande problema, dice, es encontrar el dinero para echarlo a andar. Ya después, mucho después, de si se puede vender. No hay recetas secretas, sólo ánimo y encontrarte con la gente correcta. Suena difícil de creer, pero sí cómo cuestionarlo.

Hoy, retirado de Kickstarter, se dedica a algo que de verdad le apasiona: las instalaciones audiovisuales. Este año hizo una en la Plaza Garibaldi. Le encanta México, dice.

No se puede crear en un lugar aburrido. Y México es todavía muy divertido. No está saturado como Nueva York , asegura.

México, tierra de la oportunidad. Ojalá OFFF sirva como semilla en suelo fértil.

concepcion.moreno@eleconomista.mx

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí
tracking reference image

Últimas noticias

Noticias Recomendadas

Suscríbete