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Arte e Ideas

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Los océanos se ahogan en plástico

Recordarán con un mural frente al Senado de la República, que está en las manos de los legisladores, y urge, poner reglas claras.

Este lunes 8 de junio se conmemora el Día Internacional de los Océanos. Es una fecha creada para recordar el importante papel que tienen en nuestras vidas y para toda la vida sobre la Tierra, pero sobre todo, una reflexión sobre el daño que los seres humanos le estamos causando.

Es sorprendente pensar que incluso tienen que ver con nuestra salud, hoy frente a la pandemia de Covid-19 gracias a organismos descubiertos a profundidades extremas se ha acelerado, por ejemplo, la detección del virus, Estas bacterias se utilizan para realizar las pruebas rápidas del SARS-CoV-2.

Recordemos también que más de 3,000 millones de personas dependen de la biodiversidad marina y costera para su sustento, que los océanos sirven como la mayor fuente de proteínas del mundo y que absorben alrededor del 30% del dióxido de carbono producido por los humanos y su industria, amortiguando los impactos del calentamiento global.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura ha señalado: “La humanidad debería esforzarse, ahora más que nunca, por proteger el océano, en lugar de sofocarlo con desechos y plástico”.

De acuerdo con la ONU, cada año llegan a  los océanos 13 millones de toneladas de desechos plásticos.

En este marco, en México se inaugurará un mural a media cuadra del ingreso al Senado de la República. “Con él queremos recordar e inspirar a los legisladores, fundamentalmente a quienes integran la Comisión de Medio Ambiente Recursos Naturales y Cambio Climático, que deben trabajar respecto al tema”, dijo Esteban García-Peña, director de campañas en Oceana México.

El representante de esta organización internacional asegura que en el último año y medio, desde el inicio de la actual legislatura no se ha afrontado el problema de los plásticos que contaminan el océano. En este periodo en ambas cámaras del Congreso se han redactado 40 iniciativas diferentes para reformar la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de Residuos, especialmente para atacar el problema de los plásticos, pero ninguna de ellas ha sido dictaminada.

Dijo que el tema solo ha servido para tomarse la foto y luego olvidarse del asunto por algún interés particular, “mientras tanto los océanos se ahogan en plástico”. Según sus datos, en México se vierten 9 mil millones de envases plásticos al océano cada año.

Urge una ley más robusta

En entrevista García-Peña comparte que algunos gobiernos estatales han trabajado medidas para reducir plásticos, y no es que sea poco, pero se ataca un problema muy pequeño, como bolsas y embalajes, sin embargo, hay muchos otros plásticos contaminando. “Ese ha sido un buen comienzo y pone sobre la mesa el problema, sin embargo, se requiere de una ley más robusta”.

Desde el punto de vista del especialista esta ley debería establecer las reglas claras para saber qué le corresponde a cada quién, entre poderes federales, locales y municipales; pero también la industria que por tradición ha sido indolente al tema de la contaminación por plásticos; y por último, el papel de la ciudadanía.

La Ley General para la Prevención y Gestión Integral de Residuos ya establece obligaciones y competencias para los tres órdenes de gobierno, cómo tiene que ser el manejo de ciertos residuos y la categoría, sin embargo, no tiene ninguna mención sobre los residuos plásticos.

Lo que esa Ley debería integrar, dice García-Peña, es la reducción inmediata y paulatina de los plásticos de un solo uso, con la responsabilidad extendida de productores e importadores de los plásticos; sobre todo se refiere a la industria de alimentos y bebidas. “Esto hoy la ley no lo asegura y hasta ahora los empresarios se han escudado en el tema de que ellos no son quienes generan los residuos, sino los consumidores”.

Agregó que también como consumidores, “deberíamos tener alternativas para comprar nuestros productos, por ejemplo, a granel o el retornable”, concluye García-Peña.

El mural tiene una superficie de 300 metros, es obra de la artista Vera Primavera y lleva por nombre “Chalchiuhtlicue, diosa del agua”. Representa a una figura femenina que llora por la contaminación plástica, mientras reconforta en su regazo a un lobo marino atrapado por una pieza de plástico desechable. Está ubicado en la calle Madrid número 15, en Ciudad de México.

Panel en El Colegio Nacional

Medio ambiente enfrenta crisis histórica y presupuestal

En el marco de la conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente, El Colegio Nacional presentó el panel Cambio Climático, Desarrollo y Pandemia, donde participaron José Sarukhán, coordinador de la Comisión Nacional para el Conocimiento y uso de la Biodiversidad (Conabio), exrector de la UNAM y miembro de El Colegio Nacional; Fernando Tudela, investigador del Centro de Cambio Global y la Sustentabilidad, y Enrique Provencio, del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo de la UNAM. Esta charla puso en el centro el surgimiento de la pandemia por Covid-19 como parte de un todo sistémico que incluye el cambio climático, la destrucción de la biodiversidad y la desigualdad social.

En este sentido el doctor Tudela asegura que requerimos una nueva comprensión interdisciplinaria de la complejidad socio-ambiental del mundo en el siglo XXI. El virus responsable de la pandemia, “no es la causa primera y aislada de lo que estamos viviendo, tiene raíces más hondas” y esas raíces tienen que ver precisamente con la manera en que hemos amenazado los diversos equilibrios del planeta, con un modelo de desarrollo que ha enfermado al planeta y a la relación de nosotros como especie con todo lo que nos rodea.

Para el doctor Sarukhán todos los esfuerzos nacionales y multilaterales de las últimas décadas para implementar medidas que reviertan o al menos disminuyan el daño no han sido suficientes. El resultado es que los últimos 50 años hemos visto “una dramática degradación del capital natural de la Tierra”. Como ejemplo, no ha habido ningún otro momento, como en los últimos cien años, donde se haya presentado tal concentración de CO2 como lo vemos ahora”.

Aunado a ello, Sarukhán ha señalado que en México el sector ambiental enfrenta una crisis presupuestal y es “aniquiladora”.

El doctor Provencio asegura que entre otras tareas urgentes, “necesitamos cambiar la manera en que medimos el desarrollo humano”. No sólo con base en el Producto Interno Bruto, un indicador cuestionado desde que se impuso en el mundo, y avanzar hacia nuevas formas de medición del bienestar humano.

nelly.toche@eleconomista.mx

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