La pandemia redujo dos tercios de la aportación del cine al PIB nacional

"La cifra de 2021 no es una cifra récord, es una cifra que acumula dos años, pero es una cifra que sí da cuenta de una recuperación en la producción cinematográfica, y lo celebramos”,

María Novaro Peñalosa, directora del Imcine.

En el 2019, la cinematografía mexicana logró su mejor momento productivo con una cifra récord de 216 largometrajes realizados en el ciclo anual. La irrupción de la pandemia de Covid-19 en 2020 y las restricciones consecuentes causaron un desplome de la producción de prácticamente el 50%, con 111 cintas de larga duración. Para 2021, un año de gradual recuperación de las restricciones sanitarias, nuestro séptimo arte remontó y alcanzó los 259 largos producidos, es decir, un 133% más respecto al año precedente. Aunque es necesario señalar que esta cifra es producto del acumulado de aquellos proyectos que no hallaron salida en 2020.

En 2020, la aportación de la cultura para el PIB nacional fue de 2.9% y dentro de este universo, la participación del cine en el quehacer cultural fue del 1%, con una ganancia de 6,680 millones de pesos. En términos prácticos, la cinematografía aportó el 0.03% del PIB nacional. Esto fue aproximadamente una tercera parte de la aportación que la industria venía dando en los años previos a la pandemia.

Las anteriores son cifras vertidas en la doceava edición del Anuario Estadístico del Cine Mexicano, mismo que fue presentado en sociedad la mañana de este miércoles, en los Estudios Churubusco, por la directora del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), María Novaro Peñalosa, en compañía del director de la Cuenta Satélite de la Cultura de México, del Inegi, Raúl Figueroa; la cineasta Alejandra Márquez Abella, el poeta Mardonio Carballo y la coordinadora del Anuario, Rosario Lara.

Se trata de la edición más extensa que se ha presentado hasta ahora. A decir de Novaro Peñalosa, “refleja las preocupaciones y debates culturales que cruzan el cine y a la sociedad en general”. Dos de esas preocupaciones con sello prioritario del proyecto que encabeza Novaro es visibilizar la participación todavía dispar de las mujeres en el quehacer cinematográfico y el esfuerzo para garantizar el acceso igualitario de las herramientas expresivas del séptimo arte hacia las comunidades indígenas y afrodescendientes, con discapacidad y de la diversidad sexual, así como del cine infantil.

La coordinadora del Anuario detalló que en 2020 solamente el 25% de los largometrajes registrados fueron dirigidos por una mujer, el 43% fue responsabilidad de alguna productora y la responsabilidad de la fotografía, aún con una disparidad alarmante, tuvo al 16% de mujeres al frente, mientras que únicamente el 34% de las cintas de larga duración fue producto de guionistas de sexo femenino.

Llamados sobre la equidad y diversidad

Al respecto, la cineasta Alejandra Márquez Abella expresó: “no hay una expresión humana que esté completa sin la representación de la experiencia de vida de la mitad de la población, que somos las mujeres”. Más adelante lamentó que “a pesar de los protocolos que hemos ido desarrollando, los sets siguen siendo lugares violentos para las mujeres y hemos tenido que cambiar la manera de apropiarnos de esos lugares. Hubo un tiempo en el que debíamos asumir la presencia de la mujer fálica en el set, teníamos que llegar a comportarnos como ellos, ejecutar un performance donde la feminidad quedara anulada y nos convirtiéramos en estos seres con los mismos principios patriarcales para ser validadas”.

Y conminó a sus colegas cineastas: “nos urge transitar del retrato del enunciamiento del horror a la generación del pensamiento, de lo que nos saca de ahí, de lo que nos mueve. La mirada femenina es una apertura, es escapar al sesgo de la mirada patriarcal que no solo obvia a las mujeres sino a toda la diversidad”.

A propósito, sobre la producción de cine indígena, afro y diverso, el poeta Mardonio Carballo sumó que con el Anuario se detona “un acto de memoria para abrir la discusión de los que están y los que no están en el cine mexicano”, y dijo que a través de este ejercicio es posible encontrar las fórmulas de cómo se ha construido un país solo viendo su cine.

“Es muy importante que los integrantes de pueblos indígenas no sean solo informantes, sólo aquellos que dan acceso a los lugares sagrados o que funjan como traductores (…) si el 7% de la población mexicana habla alguna lengua indígena, con esa lógica, el cine tendría que tener el 7% de su producción hablada en las lenguas indígenas, lo mismo que la producción televisiva”.

El T-MEC condiciona la nueva ley

A pregunta expresa de este diario a María Novaro sobre el estatus de la nueva propuesta de Ley Federal de Cinematografía y el Audiovisual, cuya primera versión fue echada para atrás en el Senado durante la legislatura pasada, la funcionaria respondió:

“La iniciativa ya está en la Consejería Jurídica de Presidencia. Se deben acatar los acuerdos internacionales, eso está claro. No podíamos plantear algo que fuera contrario al T-MEC. Pero esta versión es muy completa, mucho más amplia culturalmente que la que nos rige, con mucho consenso de la comunidad cinematográfica”.

En particular, sobre la ampliación del 10 al 15% de tiempo obligatorio de exhibición del cine mexicano en salas, Novaro dijo que el acuerdo en el T-MEC obliga a no pasar de más del 10 por ciento. “Habría que renegociar el T-MEC en la primera oportunidad que se presente”, añadió.

El cine mexicano en cifras

• 56% del cine mexicano en 2021 fue posible gracias a los apoyos públicos.
• 110 millones de asistentes a las salas de cine, 100% más que en 2020.
• 4.9 millones de espectadores para el cine mexicano, es decir, el 4% de la asistencia.
• 289 películas en lo general se estrenaron en salas.
• 70 de ellas fueron títulos nacionales, 36% más respecto al 2020.

7,302 millones de pesos de ingresos en taquilla general, de los cuales:

• 290 millones de pesos para películas mexicanas, 96 millones menos que en 2020.
• 124 premios internacionales consiguió el cine mexicano.
• 84 premios internacionales para temáticas indígenas y afrodescendientes.
• 9% de los catálogos de plataformas es ocupado por producciones mexicanas.
• 7,361 pantallas hay en el país, 2% menos que en 2020.

ricardo.quiroga@eleconomista.mx