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Informalidad laboral y centralización del teatro mexicano
En los últimos años, la gran mayoría del gremio escénico en el país no tuvo contratos formales, tabuladores de sueldo ni seguridad social, de acuerdo con el reciente estudio de Teatro UNAM. Asimismo, persiste una disparidad de género en la dramaturgia y la dirección de escena.

El lunes por la noche, la Coordinación de Teatro de la UNAM (Teatro UNAM) presentó ante la opinión pública el Segundo Estudio del Observatorio Teatral, éste, a diferencia del trabajo anterior que se enfocó en la operación de los espacios escénicos, puso el énfasis en la vida y situación de los proyectos escénicos en México.
Para este estudio participaron 201 proyectos escénicos cuyos representantes respondieron 108 preguntas entre noviembre y diciembre del 2022. Estos planteamientos van desde el origen del proyecto, el proceso de creación, ensayo y producción, la información artística, el equipo que los conformó y la trayectoria, hasta el impacto de la pandemia, los alcances en difusión, los recursos económicos y la financiación, así como las condiciones laborales.
A esta encuesta respondieron representantes de proyectos escénicos entrenados en un amplio rango, desde 2018 hasta 2022, lo cual permite todavía echar un vistazo a los efectos de la pandemia sobre los puntos arriba especificados.
Centralismo del quehacer escénico
Lo primero que resalta en el estudio es lo profunda que aún es la centralización del ejercicio teatral en nuestro país, dado que el 32% de las obras presentadas se estrenó en la Ciudad de México, seguidas por aquellas estrenadas en la zona centro occidente –es decir, los estados del Bajío mexicano, además de Colima, Nayarit, San Luis Potosí y Zacatecas–, con el 22%. En contraparte, las zonas centro –Guerrero, Hidalgo, Estado de México, Morelos, Puebla– y noroeste –Baja California, Sonora, Sinaloa– son las que menos estrenos nacionales tuvieron, con 10% y 7% respectivamente.
Pero no sólo eso. A la pregunta sobre en qué estado radica la compañía en cuestión, la Ciudad de México fue la más señalada, con un 29% del total encuestado, entidad seguida de lejos por Jalisco (7%), Yucatán, Veracruz, Nuevo León y Querétaro (4%). En contraparte y de manera paradójica, con un mínimo de residencia de las compañías se encuentran entidades del centro del país, vecinas a la capital mexicana, como Hidalgo, Morelos, Guerrero y el Estado de México, además de Chiapas, Campeche y San Luis Potosí, entre otros.
Desde el ámbito laboral
En el apartado de la situación laboral del gremio teatral es donde más se encienden las alarmas.
A la pregunta sobre si en cada proyecto escénico los integrantes han formado parte de alguna asociación o representación gremial, el 79% respondió que no y solamente el 21% confirmó que cuenta con algún tipo de representación de este tipo.
Sobre si los honorarios a creadoras y creadores escénicos se establecieron a partir de un tabulador en específico, el 82% de las personas encuestadas respondió que no, es decir que solamente el 18% percibió honorarios a partir de una tabulación preestablecida.
Asimismo, lamentablemente, el 76% de los encuestados contestó que la producción no organizó la firma de contratos o acuerdos formales con las personas integrantes del proyecto escénico para establecer obligaciones y beneficios.
Y de manera apabullante, el 97% de las y los creadores escénicos confirmó que no contó con seguridad social provista por la producción durante el proceso de montaje y en cada una de las funciones.
Brechas de pandemia y género
Acerca del impacto de la pandemia sobre las obras teatrales planteadas entre enero de 2021 y octubre de 2022, el estudio de Teatro UNAM también nos ofrece referencias a destacar.
Del universo teatral encuestado, el 38% confirmó que sus proyectos teatrales tuvieron que cancelarse por las restricciones sanitarias en el segundo año de la pandemia. El 63% explicó que el cierre se debió a protocolos institucionales, mientras que el 33% explicó que hubo contagios dentro del colectivo o compañía, y otro 33% adujo que su cancelación se debió al cierre del espacio escénico.
También destaca la gran brecha que hay entre el sexo con el que se identifican quienes han desarrollado los proyectos teatrales de los últimos años: 61% de quienes desarrollaron la dramaturgia de manera individual se identifica como hombre, mientras que solamente el 36% se identifica como mujer y el 1% como no binario.
Ahora bien, el caso se revierte cuando se pregunta sobre la identidad de género cuando la dramaturgia se desarrolla de manera colectiva. Para este caso, el 56% de las respuestas corresponden a una identidad femenina, mientras que el 41% se identifica con el género masculino.
Una situación similar sucede con quienes han dirigido las obras en los últimos años: 52% de las personas que han dirigido de manera individual se identifica como hombre, mientras que el 46% lo hace como mujer. Para el caso de la dirección colectiva, la encuesta vuelve a revertirse: 60% son mujeres y 34% son hombres.
Los casos de género nos revelan que en la creación y dirección teatral hay un mayor índice de mujeres dispuestas a participar en el trabajo colectivo, mientras que quienes tiene mayor disposición –¿y quizás facilidades de acceso?– para trabajar en solitario son los hombres.
¿Qué tipo de teatro se hace en México?
- Títeres 18%
- Teatro físico 17%
- Comedia 17%
- Teatro documental 16%
- Teatro comunitario 9%
- Tragedia 9%
- Clásico 6%
- Teatro musical 5%
- Interdisciplinario 5%
- Clown 3%
- Contemporáneo 3%
- Alternativo 2%
- Cabaret 2%
- Teatro de calle 2%
- Pantomima 1%
Procedencia de los recursos para el teatro
- 58% de las obras se produjeron con recursos públicos, de los cuales
- 51% fueron con recursos federales
- 25% con recursos estatales
- 10% con financiamiento local
- 12% con ingresos públicos mixtos
- 97% de los creadores escénicos no contó con seguridad social
- 95% de las producciones no contó con seguro contra accidentes
- 59% de las obras no pudo adecuarse al formato digital en pandemia

Conoce el Segundo Estudio del Observatorio Teatral de la UNAM