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Esos perrhijos de la
De verdad: somos una generación llena de perros. Hasta hay quien se presenta: Soy fulano y tengo tres perrhijos . ¡Perrhijos! Pues sí, supongo que gastar en croquetas y veterinario es más conveniente que en colegiaturas y pediatra.
De un tiempo a acá, todo mundo tiene perros. Bueno, todo mundo en esta Ciudad de México.
Basta darse una vuelta un domingo por el Parque México de la Condesa para encontrarse con perros que son todavía más fifís que sus dueños, si es que esto es posible. Ha nacido, además, un nuevo oficio: el de paseador de perros. Carrera adoptada de Estados Unidos, el paseador de perros gana 150 o 200 pesos diarios por pasear a cada perro, y miren que yo he visto a estos muchachos con una docena de animales al mismo tiempo, todos agarrados de la misma correa.
Cómo hace para que no se le peleen los perros es ciencia que ignoro y me gustaría conocer. A los nuestros (tengo cinco) los tenemos que pasear por separado porque Monty no se lleva con Caruso y porque Dorotea no puede con el ritmo de Tippi.
De verdad: somos una generación llena de perros. Hasta hay quien se presenta: Soy fulano y tengo tres perrhijos . ¡Perrhijos! Pues sí, supongo que gastar en croquetas y veterinario es más conveniente que en colegiaturas y pediatra.
Una amiga que tiene una perra preciosa me decía hace unos día con ojos chispeantes: Le compré un bulto de comida de 8 kilos a 500 pesos. Barato, ¿verdad? . Se me atoró el Jesús en la garganta. Será que los periodistas ganamos poco.
