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Conceden los premios Kavli, ?la competencia del Nobel
Los galardonados describieron los primeros instantes del universo y ampliaron los añejos límites de la microscopía óptica.
Ayer se concedieron los premios Kavli, que en su la cuarta edición se perfilan como serios competidores de los premios Nobel.
Se premió a nueve científicos, tres por cada una de las categorías en que se conceden los premios (astrofísica, neurociencias y nanociencias), con 1 millón de dólares cada uno.
Los premios son bienales y se otorgan en conjunto por la Academia Noruega de Ciencias y Letras (donde se hizo el anuncio), el Ministerio Noruego de Educación e Investigación y la Fundación Kavli, que instituyó el filántropo de origen noruego Fred Kavli.
El premio de astrofísica fue compartido por Alan Guth, del MIT; Andrei Linde, de la Universidad de Stanford, y Alexei Starobinsky, de la Academia Rusa de Ciencias en Moscú, quienes elaboraron la teoría de la inflación, según la cual el universo creció con extrema rapidez en la fracción de segundo que siguió al Big Bang, la explosión primordial que dio origen al universo.
La teoría, formulada en la década de 1980, ocupó los titulares de prensa en marzo cuando otros científicos informaron haber hallado pruebas que la confirmaban en el cosmos.
El premio de neurociencias fue para Brenda Milner, de la Universidad McGill en Montreal; John OKeefe, de la University College de Londres, y Marcus Raichle, de la Universidad Washington en St. Louis, Missouri. Milner y OKeefe vincularon zonas específicas del cerebro con distintas clases de memoria y destrezas mentales. Raichle diseñó técnicas para visualizar el funcionamiento del cerebro humano e identificó patrones cruciales de la actividad cerebral.
El premio de nanociencias fue para Thomas Ebbesen, de la Universidad de Estrasburgo, Francia; Stefan Hell, del Instituto Max Planck de Química Biofísica, en Gotinga, Alemania, y Sir John Pendry, del Imperial College de Londres por sus contribuciones en el campo de la nano óptica, que rompieron paradigmas sostenidos durante mucho tiempo sobre las limitaciones en la resolución de la microscopia y la formación de imágenes , dice el jurado, lo que significa que gracias a ellos se pueden ver con luz cosas que antes sólo eran accesibles con microscopía electrónica.
Los premios Kavli serán entregados en septiembre en Oslo. (Con información de AP)
HOMBRE INNOVADOR
Estudió física en el Instituto Tecnológico de Noruega, estudios que pagó a partir de un pequeño negocio que tenían él y su hermano, entonces unos adolescentes, durante la Segunda Guerra Mundial.
En 1956 se mudó a Estados Unidos, donde al cabo de dos años fundó la Kavlico Corporation, que se convirtió en uno de los más grandes productores de sensores para aplicaciones aeronáuticas, automotrices e industriales.
En el 2000 Fred Kavli estableció la Kavli Foundation en California para apoyar a líderes de instituciones y universidades.
Falleció en noviembre del 2013.
FUERTES COMPETIDORES
No es exagerado decir que los premios Kavli son, por un lado, una competencia fuerte y directa del Nobel y, por otro, un buen complemento. Esto no sólo porque sean otorgados por la Academia Noruega de Ciencias y Letras, vecina muy cercana de la sueca que da los Nobel, o porque ambos premios se basen en el legado de un inventor y empresario millonario.
El más evidente renglón de la competencia está en el monto del premio: el Kavli es de 1 millón de dólares mientras que el Nobel del 2014 tendrá 8 millones de coronas suecas, que al cambio de ayer equivalen a 1.2 millones de dólares.
Estos números dejan muy atrás, por ejemplo, al Premio Príncipe de Asturias y sus 50,000 euros.
Pero el renglón más importante de la competencia está en el rigor y la pretensión de universalidad con que se elige a los ganadores.
El Príncipe de Asturias en la categoría de Investigación Científica y Técnica aún no se ha librado del todo del peso que le dejó haber sido una suerte de premio para hispanohablantes hasta 1999. Lo cual, ni hablar, deja una cierta duda sobre qué tanto pesan la universalidad y relevancia del trabajo de los cuatro españoles (y, aunque nos pese, el mexicano Arturo Álvarez-Buylla) que han ganado el premio y qué tanto sus raíces españolas. En contraste, el Kavli no se ha dado a un noruego en ninguna de sus cuatro ediciones.
Como complemento del Nobel, el premio bianual se especializa en tres ramas: astrofísica, neurociencias y nanociencias. (Con información de Manuel Lino)
