Designación podría impulsar violencia en el país: expertos

Los cárteles de la droga en México han alcanzado un nivel de influencia y operación que los posiciona como organizaciones de delincuencia transnacional, con una presencia significativa tanto en el país como en el extranjero, aunque la designación de estos, por parte de Estados Unidos, como grupos terroristas podría llevar a un recrudecimiento de la violencia en diversas regiones del país, sin garantizar resultados efectivos en la lucha contra el crimen organizado consideraron especialistas consultados por El Economista. 

Celina Camarena Romero, integrante del consejo de especialistas en Seguridad del Seminario Universitario sobre Democracia, Defensa, dimensiones de la Seguridad e Inteligencia de la UNAM, mencionó que el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) tienen presencia en más de 100 países, según informes de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA); en México el CJNG opera en al menos 28 entidades, mientras que el Cártel de Sinaloa tiene presencia en más de 24.

“Estos dos grupos han logrado consolidarse a nivel internacional, alcanzando un nivel de organización que en algunos aspectos podría compararse con grupos terroristas, aunque sus objetivos son distintos”, explicó.

Por su parte, Víctor Hernández, académico de la Universidad Iberoamericana explicó que algunos cárteles mexicanos guardan similitudes con grupos terroristas como el Estado Islámico (ISIS) en el sentido de que operan bajo un modelo descentralizado de franquicias.

“El Estado Islámico nunca fue una sola organización jerárquica, sino una constelación de diferentes grupos que se sumaban al marketing o al branding del Estado Islámico”, explicó.

Crimen y terrorismo

Camarena Romero subrayó que es fundamental diferenciar entre terrorismo y delincuencia organizada: “El terrorismo busca el poder político, la imposición de ideologías y el control social, mientras que la delincuencia organizada se rige por una lógica económica y de mercado”, precisó.

“En ese sentido, los cárteles mexicanos tienen una capacidad de fuego y de control territorial significativa, pero su objetivo principal es económico, no político”, puntualizó la especialista.

Añadió que aunque el trasiego de drogas sigue siendo su actividad más lucrativa, esto es seguido por el tráfico de migrantes.

La experta comentó que, según estimaciones, en 2018, las cuotas que generaron las personas que buscaban llegar a Estados Unidos, sin contar las extorsiones en el cruce fronterizo, alcanzaron 134.7 millones de dólares.

Por otra parte, el académico de la Ibero, Víctor Hernández, advirtió que en caso de que implemente una estrategia de combate a los cárteles como organizaciones terroristas se podría observa un repunte de la violencia.

“Los lugares donde se implementan estas estrategias ven un aumento de la violencia. Siria, Irak, Libia, Yemen son ejemplos de cómo la guerra contra el terrorismo ha resultado en el colapso social, institucional y económico”, mencionó.

Negocios de los Cárteles

Según análisis de InSight Crime sobre estructuras y fuentes de ingresos del crimen, el Cártel de Sinaloa tiene su principal mercado en el tráfico internacional de drogas, con énfasis en fentanilo, metanfetamina, cocaína y producción de marihuana y heroína; así como tráfico de personas.

El CJNG destaca por negocios en la producción y tráfico de metanfetaminas y fentanilo, la extorsión, el cobro de derecho de piso, el huachicoleo, ataques a bancos y fraudes financieros.

Por su parte, Cárteles Unidos, además de producir metanfetamina y fentanilo, se dedica a extorsionar a productores agrícolas, al secuestro y robo de vehículos. La Familia Michoacana destaca por actividades como producción de drogas sintéticas, extorsión, cobro de piso, control en el tráfico de oro y otros minerales.

Mientras que al Cártel del Golfo se le relaciona con el tráfico de drogas, de migrantes, la extorsión y el secuestro.