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PRI propone cárcel por filtración de padrón electoral
Diputados del PRI propusieron una reforma al Código Penal Federal para sancionar con 8 a 12 años de cárcel a los funcionarios, que vendan o "filtren" bases de datos del gobierno. :: Lea también: Indefenso, el IFAI ante la protección de datos
La bancada del PRI en la Cámara de Diputados presentará una reforma al Código Penal Federal para sancionar con 8 a 12 años de cárcel a los funcionarios, que vendan o 'filtren' bases de datos del gobierno, como el padrón electoral.
Luego de que varios medios de comunicación alertaron sobre la presunta venta del padrón electoral y otras bases de datos en el barrio de Tepito, los priistas recordaron que la ley actual no castiga a los funcionarios que hagan mal uso de esta información.
El integrante de la Comisión de Gobernación, Arturo Zamora reconoció la venta de estas bases de datos no está tipificada como delito, por lo que es urgente una reforma para castigar a quienes realicen esta actividad y para proteger la privacidad de los mexicanos.
'Las recientes reformas y leyes aprobadas sólo protegen los datos personales y el manejo que realizan particulares como bancos y bufetes de cobranza, pero no consideran a servidores públicos', dijo en alusión a la Ley de Protección de Datos Personales avalada ayer por el Senado.
Expuso que no es la primera vez que se sabe que los padrones electorales u otras bases de datos son operadas por particulares, por lo que es urgente establecer sanciones severas para quienes los utilicen y para quienes los filtran o facilitan.
El diputado del PRI dijo que la reforma también prevé inhabilitar a los funcionarios que cometan este delito y añadió que a las penas de ocho o 12 podrían agregase otras condenas por fraude y delincuencia organizada, dado el caso.
Información para extorsionar
En un artículo publicado por el diario español El País, el periodista Salvador Camarena hace alusión al tema y señala que dicha información sirve para la extorsión.
La de Inés es una historia de todos los días en México, un país con 80 millones de teléfonos móviles. Hace dos semanas, contestó una llamada y escuchó: "Hola, tía Inés, cómo te va. Soy tu sobrino favorito, de los más guapos, de los Marrón, no de los González. ¿Estás con el perro?". Como en efecto sus apellidos son esos y tiene un perro, Inés dudó de sí misma. "¿Quién habla?". "Soy yo, te marco desde Los Ángeles, necesito que me envíes dinero, estoy en un problema...". Inés cortó la comunicación y no atendió cuando volvió a sonar el aparato, pero la intranquilidad la sigue hasta hoy: ¿cómo y qué más hará el fallido extorsionador con tantos datos como ya tiene de ella?
/doch